El Gobierno de Ecuador declara el estado de excepción por la revuelta de policías

La protesta de cientos de policías por la eliminación de incentivos profesionales, a la que luego se han sumado unos 120 militares, ha puesto en jaque al Gobierno ecuatoriano. El aeropuerto internacional Mariscal Sucre, de Quito, ha sido cerrado debido a que unos 150 agentes, miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana según algunas fuentes, han ocupado la pista, según ha informado el alcalde de la capital, Augusto Barrera.
El presidente del país, Rafael Correa, que se encuentra en un hospital militar rodeado por manifestantes que le impiden salir, ha acusado a la oposición de forzar un golpe de Estado y ha confirmado que está considerando disolver el Parlamento. Según ha afirmado Correa en declaraciones a la radio pública, el "intento de golpe de Estado" es obra de la oposición y de "ciertos grupos enquistados" en las Fuerzas Armadas y la policía y ha acusado de estar detrás de la intentona al grupo Sociedad Patriótica, el partido del ex presidente Lucio Gutiérrez.
El vicepresidente, leal
El vicepresidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha reiterado su lealtad al jefe de Estado, Rafael Correa, y ha pedido a sus compatriotas defender la democracia en medio de la crisis desatada por la protesta de policías y militares de tropa que rechazan la eliminación de incentivos profesionales.
"Aquel pasado en el cual la política estaba cual gallinazo al acecho de cualquier circunstancia miserable que pueda presentarse, quedó en el pasado", ha declarado Moreno en el canal Gama TV, controlado por el Gobierno.
En las últimas crisis políticas ecuatorianas, el vicepresidente ha asumido la jefatura del Estado y ha sido tildado de traidor por su compañero de candidatura. En cambio, en esta ocasión Moreno, que se encuentra en Guayaquil, ha pedido públicamente a sus compatriotas que "defiendan la democracia" y ha expresado su "rechazo categórico a ese intento de golpe de Estado que trata de volver a anclarnos en aquel pasado".
Según Moreno, "un grupo de malos elementos (...) lastimosamente intentó agredir (durante la mañana) al presidente de la República". "Mi consejo: que depongan esa actitud desviada completamente de lo que debe ser la democracia", ha señalado. "Hago un llamado para que la ciudadanía se concentre fuera del hospital donde un grupo de desadaptados ha intentado secuestrar al Presidente de la República", ha dicho al asegurar que Correa ha vuelto a manifestar que "no le importa la muerte".
Salida complicada

El bloqueo del aeropuerto de Quito ocurrió poco después de que policías de tropa ocuparan las instalaciones del Regimiento Quito, uno de los mayores de la capital ecuatoriana, en contra de la eliminación de incentivos profesionales por parte de la Asamblea Nacional.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se trasladó a esas instalaciones para hablar con los manifestantes y para recordar a los agentes que no cederá a las presiones y que su Gobierno ha hecho mucho por el cuerpo policial.
La salida del jefe de Estado de esas instalaciones ha sido atropellado ya que en medio de la protesta se ha activado una bomba de gas lacrimógeno, lo que ha provocado que el gobernante tuviera que usar una máscara de gas y se hiciera daño en una pierna.
De hecho su situación se ha complicado cuando ha acudido a un hospital de la policía para recibir atención sanitaria y ha quedado atrapado en el recinto, rodeado de manifestantes que le impiden salir. "Me dicen que han cercado los alrededores", ha dicho Correa a la radio pública.
Asimismo, un grupo de policías ha ocupado la sede de la Asamblea Nacional, en Quito, y ha impedido la entrada y la salida de las personas que trabajan. Varios legisladores han denunciado que fueron desalojados por los agentes de edificios aledaños a la Asamblea, donde tienen sus despachos. "Todo está tranquilo, pero los policías impiden la entrada o salida de personas", incluidos los legisladores, han precisado fuentes de la Asamblea.

Manifestaciones en otras provincias
La protesta de los policías, que ha empezado en Quito, se ha extendido a otras provincias como Guayas, Tungurahua, Loja y Esmeraldas, donde también se manifestaron los familiares de los policías.
El ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal, ha advertido de que Ecuador está ante una situación "delicada" y frente a un proceso de "desestabilización del Gobierno y la democracia".
"Mi percepción personal es que estamos frente a un proceso de desestabilización del Gobierno nacional y la democracia en Ecuador", ha apuntado. Carvajal considera que "en nombre de supuestas reivindicaciones económicas por mala información, esta situación rebasa ya todas aquellas reivindicaciones, estamos frente aun proceso de desestabilización de la democracia", ha insistido.
Apoyo ciudadano a Correa
La revuelta policial ha provocado reacciones por parte de la población. Cientos de personas se han congregado frente al palacio presidencial de Carondelet, sede del Ejecutivo de Ecuador, en Quito, para respaldar a Correa. Los manifestantes han agredido a cinco agentes que llegaban al palacio para proteger a las autoridades gubernamentales. Los agentes huyeron corriendo mientras explotaba una bomba lacrimógena, que no está claro quién lanzó.
Al grito de "Correa, amigo, el pueblo está contigo", cientos de personas han dado su apoyo al jefe del Estado.
Respaldo internacional
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero El Gobierno español condena "firmemente cualquier ruptura de la legalidad constitucional" en Ecuador y expresa su "apoyo al Gobierno legítimo y a las instituciones democráticas" de este país. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha reaccionado así a través de un comunicado a "las noticias de un intento de golpe de Estado en la República de Ecuador".
España "no tolerará ningún tipo o intento de golpe de Estado en Ecuador", ha advertido este jueves el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, nada más tener conocimiento de la revuelta policial que ha saltado en ese país.
Venezuela se ha apresurado a mostrar su apoyo a Correa. "Están tratando de tumbar al Presidente Correa. Alerta los pueblos de la Alianza Bolivariana! Alerta los pueblos de UNASUR! Viva Correa!!", contó Hugo Chávez en su Twitter. En la misma línea, tanto Bolivia como Cuba han respaldado al presidente ecuatoriano.
Brasil, Argentina, Chile Colombia también han hecho llegar su apoyo al país sudamericano. El presidente de Perú, Alan García, ha ordenado el cierre de la frontera con Ecuador y la suspensión del comercio bilateral hasta que su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, logre restablecer su autoridad después del "intento de golpe de Estado", al tiempo que condenó esta acción y transmitió su solidaridad al mandatario.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, expresó su confianza en que el Gobierno de Ecuador controle las protestas de policías y militares que ocuparon un regimiento en Quito y obligaron al cierre del aeropuerto de la capital. "Tenemos confianza en que el Gobierno de Ecuador controle la situación", dijo Insulza en declaraciones al Canal 24 Horas, de la red estatal de la televisión chilena (TVN).
Insulza descarta que, en principio, se trate de un golpe de Estado. "Yo tengo la sensación que esto no tiene la gravedad, desde un punto de vista militar, que se le dio en un primer momento, pero no cabe duda de que hay mucha confusión", agregó, tras señalar que "el riesgo (de un golpe) siempre existe".
"Esto parece una insurrección de un sector de la Policía pero no se puede descartar que haya detrás de esto fuerzas que quieran desestabilizar el orden constitucional", añadió. Según Insulza, la rebelión de un cuerpo armado "ya es una grave amenaza a la democracia que es condenable de por sí".
El secretario de la OEA, que todavía no ha podido hablar con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que a las 14.30 hora local (18.30 GMT) el Consejo Permanente de la OEA se reunirá de urgencia y emitirá un comunicado de respaldo al presidente ecuatoriano. Insulza no descartó viajar a Ecuador, pero afirmó que debido a la situación en el aeropuerto de Quito y a la confusión existente no sabe cuándo podrá hacerlo.
En unas primeras, un portavoz de la diplomacia estadounidense tan solo ha declarado un escueto: "Seguimos de cerca la situación". La representante estadounidense en la OEA, Carmen Lomellin, ha señalado que "los EE UU condenan toda tentativa de violar el proceso democrático y el orden constitucional en Ecuador".