La administración Trump ejecuta a Brandon Bernard, que tenía 18 años cuando participó en un asesinato

  • El Gobierno de EEUU ha ejecutado a Bernard con la inyección letal

  • La Corte Suprema ha denegado la detención temporal de la ejecución

  • Antes de morir, Bernard pidió perdón a la familia y fue un preso ejemplar

El Gobierno de EEUU ha ejecutado por inyección letal a Brandon Bernard, un hombre negro que tenía 18 años cuando participó en un asesinato doble en 1999 en Texas. Su muerte ha generado de nuevo polémica sobre la pena de muerte, especialmente en casos como el suyo, que cometió el crimen cuando apenas era mayor de edad.

Brandon Bernard que ha muerto a los 40 años, era la persona más joven condenada a pena de muerte por el Gobierno federal, teniendo en cuenta su edad cuando cometió los asesinatos. Hasta el último segundo se ha intentado evitar su ejecución pero la Corte Suprema denegó la petición de clemencia.

La ejecución de este hombre, negro, es una de las nueve ordenadas por el Gobierno federal este año después de que el Departamento de Justicia las reanudara en julio tras una pausa de 17 años a nivel federal. Además, es una de las cinco planteadas por el ejecutivo de Donald Trump justo antes de su marcha.

El condenado, antes de morir y según publica NBCNews, se dirigió a la familia: “Lo siento. Esas son las únicas palabras que puedo decir que capturan completamente cómo me siento ahora y cómo me sentí ese día". Su abogado, Robert C. Owen, ha calificado la ejecución como "una mancha en el sistema de justicia penal de Estados Unidos".

"Brandon cometió un terrible error a los 18 años. Pero él no mató a nadie, y nunca dejó de sentir vergüenza y profundo remordimiento por sus acciones en el crimen que se cobró la vida de Todd y Stacie Bagley. Y pasó el resto de su vida tratando de mostrar sinceramente, como él dijo, que él 'no era esa persona' ", ha señalado el letrado.

Los abogados de Bernard habían pedido a un tribunal federal de apelaciones que detuviera temporalmente su ejecución mientras trabajaban en la posibilidad de que la Fiscalía en el juicio retuviera inconstitucionalmente pruebas, que hubieran llevado a la condena a cadena perpetua.

El jurado cambia de opinión

En todo este tiempo, cinco miembros del jurado se han presentado para atestiguar que ya no apoyan la pena de muerte en el caso, mientras que un exfiscal, que impugnó la apelación de Bernard de su veredicto de muerte dijo que no creía que debiera ser condenado a muerte. Este exfiscal argumentó que en el momento del crimen era un adolescente y en la cárcel se había convertido en un prisionero modelo.

En la decisión de la Corte Suprema de rechazar una suspensión de la ejecución, los jueces Stephen Breyer, Elena Kagan y Sonia Sotomayor habrían concedido la solicitud.

La polémica sobre la pena de muerte se ha reactivado a raíz del caso Bernard. Kim Kardashian, muy implicada en la causa, pidió horas antes de la ejecución que sus fans apelaran vía redes al presidente Trump para que diera marcha atrás.

"Acabo de hablar con Brandon, probablemente será la última vez. La llamada más difícil que he tenido", tuiteo la celeb.

Los senadores demócratas Dick Durbin de Illinois y Cory Booker de Nueva Jersey, miembros del Comité Judicial, también habían instado a Trump a otorgar el indulto , argumentando que "la pena de muerte en los Estados Unidos tiene fallos fatales en su imposición".

El fiscal general, William Barr, en cambio, dijo este verano que las personas condenadas a muerte estaban "entre los peores criminales" y reconoció el deseo de hacer justicia a las víctimas.

Cuatro ejecuciones más antes de la marcha de Trump

Aparte del caso de Bernard, el Gobierno federal ha programado cuatro ejecuciones más. Todos de hombres negros, excepto Lisa Montgomery , que morirá el próximo mes y sería la primera mujer en casi 70 años en ser ejecutada por el gobierno federal.

Los expertos en pena de muerte dicen que la forma en que la administración Trump está avanzando con las ejecuciones no tiene comparación. Las administraciones anteriores siempre habían postergado tales casos, dejándoselos a los nuevos inquilinos de la Casa Blanca.

El presidente electo, Joe Biden, hizo campaña en apoyo de una moratoria sobre la pena de muerte, favoreciendo la cadena perpetua sin libertad condicional.

Bernard dijo que no sabía que sus víctimas iban a morir

Bernard fue condenado a muerte por su papel en un complot de robo llevado a cabo por un grupo de amigos de entre 15 y 19 años en una apartada reserva militar de Fort Hood, cerca de Killeen, Texas.

Las víctimas, Todd y Stacie Bagley, un matrimonio joven y blanco, fueron secuestrados y tiroteados en la cabeza antes de que se incendiara el automóvil en el que se encontraban, según documentos judiciales. Los abogados de Bernard argumentaron que él era un seguidor de la trama y no sabía que la pareja iba a ser asesinada.

Otro acusado adulto juzgado con Bernard, Christopher Vialva, acusado de ser el cabecilla, fue ejecutado en septiembre. Otras tres personas involucradas no eran adultos en 1999 y no pudieron ser acusados para la pena de muerte. Fueron condenados a penas de prisión.

La familia de las víctimas, a pesar de los informes sobre cómo los coacusados pueden haber cambiado sus vidas en prisión, todavía apoyan sus ejecuciones.

La madre de Todd Bagley, Georgia, en una declaración escrita agradeció a Trump, Barr y al Departamento de Justicia que siguiera adelante.