La responsable de los informes sobre España en la OCDE: se debe "mejorar la productividad y reducir las desigualdades"

  • El último informe de la OCDE dice que España sufrirá la peor crisis entre los países del G20

NIUS entrevista a Mugë Adalet-McGowan, la responsable de los informes macroeconómicos de la OCDE. En ellos se pone de manifiesto que la pandemia del coronavirus tiene un impacto especialmente negativo en las cuentas de España, frente al resto de países.

Pregunta: El último informe de la OCDE dice que España sufrirá la peor crisis entre los países del G20 si hay otra oleada del virus. Las previsiones de la Comisión Europea dicen que España (con Grecia, Italia y Francia) verá este año la recesión más profunda. Incluso sin otra oleada. ¿Por qué?

Respuesta: España ha sido uno de los países más golpeado por la crisis sanitaria y el impacto en la actividad económica de las medidas para contener el virus ha sido severo. En España la actividad económica cayó un 30% durante el confinamiento en comparación con un período normal, por el importante peso de sectores como la hostelería, restauración y comercio en su economía. Estos factores no sólo los tiene España, también Italia y Francia, por eso proyectamos recesiones similares.

El alto porcentaje de pequeñas y medianas empresas y la gran proporción de empleo temporal también hacen a España más vulnerable al choque en comparación con otros países europeos. En particular, las actividades relacionadas con el turismo, donde la persistencia del golpe es mayor, tienen un peso muy alto en el empleo.

P. ¿España necesitaría ahora un ajuste económico en forma de reducción de gastos, recorte de pensiones y salarios, como se hizo en la última crisis, en el período 2010-2012?

R. La respuesta fiscal ha sido hasta ahora apropiada y ha reducido los daños en la capacidad productiva. Un ajuste desde 2021 será probablemente demasiado temprano y no deberíamos repetir el error de ajustar demasiado rápido como en 2011-2012, a pesar del crecimiento de los niveles de deudas en muchos países europeos. Por supuesto, será importante tener una estrategia clara de ajuste fiscal a medio plazo, que pueda ser aplicada gradualmente, pero debería diseñarse y explicarse de forma transparente a su debido momento.

Hay tres factores para que la carga de la deuda sea sostenible. Primero, los países deben seguir pudiendo endeudarse a bajos intereses con largos vencimientos. Segundo, deben recuperar sus ingresos para poner sus finanzas en sendas sostenibles. Y tercero, necesitan seguir programas políticos coordinados que permitan una recuperación de la crisis con un crecimiento inclusivo que sea sostenible a largo plazo. A largo plazo ayudarán reformas fiscales, laborales y de mercados, para empezar un nuevo ciclo de crecimiento con alta competitividad y alta productividad.

P. ¿Qué reformas necesita España?

R. Los dos principales desafíos de la economía española son mejorar la productividad y reducir las desigualdades. Para mejorar la productividad serán claves políticas que mejoren la competitividad, como las que reducen las barreras en algunos servicios y las que aumenten la innovación. Estas deben acompañarse con políticas que mejoren el capital humano reduciendo el abandono escolar y la desigualdad de resultados educativos por regiones y por grupos socio-económicos.

Aumentar el porcentaje de estudiantes de ciencias y tecnologías digitales, hacer más efectiva la educación profesional y asegurar que hay oportunidades flexibles de mejoras de la formación durante la vida laboral ayudará a hacer frente a la creciente demanda de habilidades técnicas que provocan la globalización y la digitalización.

Se requieren políticas que reduzcan la dualidad del mercado laboral, así como políticas activas de empleo más eficaces. Hay que asegurar que todos los trabajadores, también los autónomos y los temporales, tengan el mismo acceso a la protección social. A medio y largo plazo, las prioridades deben ser mejorar la eficiencia del gasto, reformar la financiación regional y mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones.

P. Si el fondo que propone la Comisión Europea es aprobado España podría acceder a unos 70.000 millones de euros en transferencias después de presentar un programa de reformas. ¿Cuáles deberían ser esas reformas?

R. En la coyuntura actual, la política económica tiene que sostener la recuperación de forma equilibrada, por ejemplo no retirando demasiado rápido las medidas de apoyo para los hogares más vulnerables, los trabajadores y las empresas. También debe facilitar la reconstrucción y permitir la reubicación de recursos entre empresas y sectores. En este contexto las reformas ya citadas serían obvios candidatos.

Será importante reforzar la formación de los trabajadores. También la inversión en innovación, que tiende a recortarse en tiempos de crisis, porque mejorará el potencial de crecimiento de la economía española. En general, inversiones centradas en la transición ecológica y digital ayudarían a una recuperación más rápida y a promover un crecimiento inclusivo y sostenible.

P. El Gobierno español anunció planes de ayudas para sectores clave de la economía española, como el turismo y el automotriz. ¿Son medidas correctas?

R. Muchos países de la OCDE están tomando esas medidas para apoyar a sectores clave que han sido desproporcionadamente golpeados por la crisis y conservar la competitividad de sus empresas exportadoras. La clave aquí, dado el alto nivel de incertidumbre, es adaptar el tamaño, la composición y la duración de estas políticas de apoyo a la economía a la evolución de la situación sanitaria y económica. Cuando empiece la recuperación será importante cambiar de políticas de apoyo temporal de los ingresos de empresas y trabajadores a medias que permitan la adaptación de la economía.

P. Los ERTE’s están siendo prolongados. ¿Es adecuado hacerlo y deberían extenderse más, por ejemplo hasta finales de año?

R. El aumento del desempleo en la OCDE ha sido menor en los países que han usado estos sistemas y ha funcionado bien en España. Son importantes para mantener la conexión entre empresas y trabajadores en choques temporales, pero por supuesto tienen un coste. Lo importante es adaptar las políticas a la naturaleza cambiante de la situación económica, así que es difícil decir cuándo deberían acabarse estas políticas.

Cuando empiece la recuperación, será necesario reducir gradualmente los programas de reducción de jornada laboral y reforzar las políticas activas del mercado de trabajo, en particular los planes de reconversión profesional, contribuyendo así a conseguir una reasignación eficiente de la mano de obra desde los sectores que afrontan una demanda más débil y prolongada.

P. ¿Ya podemos decir que hemos pasado lo peor de la crisis?

R. Una de las razones de la fuerte caída del PIB que proyectamos en el segundo trimestre es el cierre de buena parte de la actividad económica. En cuanto la economía ha abierto y se va entrando en la fase de la “nueva normalidad”, en nuestro escenario de una sola oleada del virus esperamos una recuperación gradual en el tercer y el cuarto trimestres.

P. ¿Cómo espera que sea la recuperación y cuándo podría España recuperar su nivel de PIB? ¿En un año, en dos o en más?

R. Según nuestras previsiones de junio, el nivel de PIB del último trimestre de 2021 será el 95% del nivel del cuarto trimestre de 2019 si no hay más oleadas, del 92% si hay otra oleada. No hemos hecho proyecciones más allá, pero en el caso de que no haya más oleadas del virus ni más confinamientos, esperamos que el PIB vuelva a los niveles pre-crisis al final de 2022, pero hay mucha incertidumbre sobre cómo evolucionará la pandemia y sobre su efecto en la actividad económica. El ritmo de la recuperación dependerá tanto de factores internos (especialmente de qué suceda en el mercado laboral) como externos (de cómo vaya la recuperación de los socios comerciales).