Joe Hall, el Jefe de la Policía de Bartow, ha declarado que las dos niñas han sido acusadas de conspiración para cometer asesinato, posesión de un arma en la propiedad de la escuela, portación de un arma oculta e interrupción de una función escolar.
El plan se frustró el martes después de que una llamada automática de la escuela notificara a uno de los padres de las niñas que su hija había desaparecido de la clase, explicó Hall. El familiar consideró que dicha llamada tendría que ser un error y es entonces cuando el subdirector del centro encontró a las dos estudiantes en el baño, tal y como recoge la CNN.
Las jóvenes fueron llevadas a la oficina del director, donde las niñas sacaron cuatro cuchillos, tijeras y un cortador de pizza debajo de su ropa. Dos de los cuchillos que portaban tenían hojas de al menos 5 o 6 pulgadas.
Los detectives registraron las casas de las adolescentes y encontraron un mapa dibujado a mano que incluía la frase "ir al baño a matar", que marcaba el lugar donde las encontraron. Una de las chicas también había escrito letras violentas de Eminem y Florence + the Machine en una hoja de papel.
Una hoja de papel de cuaderno también incluía un poema corto: "tratando de irse. / atada en un abismo interminable. / una salida, ahora,".
Una búsqueda en los móviles de las chicas reveló mensajes de Snapchat con respecto a la trama, según el informe policial. Encontraron mensajes como "no deberíamos habernos conocido, jajaja. Ahora la muerte está cerca" o "estaba pensando en apuñalarnos en el cuello".
El instituto contaba con seguridad extra esa semana, ya que un estudiante ya había alertado a un profesor de la amenaza que circulaba entre el alumnado. Jacqueline Byrd, la vigilante, ha declarado que el personal del centro respondió con rapidez ante ese comportamiento sospechoso.
Un plan bien elaborado
El informe policial relata que la niña de 11 años había pasado el fin de semana en la casa de la niña de 12 y que el domingo, después de estar viendo películas de terror "idearon un complot para matar a varios estudiantes de su instituto".
Su idea era asistir a la primera parte de las clases y, después, reunirse en el baño, donde esperarían a estudiantes más pequeños, debido a que no querían "atacar a estudiantes más mayores que ellas". Una vez que aparecieran sus víctimas el plan era cortarles la garganta con los cuchillos que llevaban debajo de la ropa.
Para llegar a urdir dicha estrategia las jóvenes estuvieron realizando búsquedas en Internet sobre cómo matar a alguien con un cuchillo y qué tipo de herida haría que sus víctimas "sangraran más rápido", tal y como recoge el informe de la policía. Irían apilando a las personas asesinadas mientras esperaban a que entraran otras que cumplieran el perfil que buscaban.
Ellas querían matar entre 15 y 25 estudiantes para luego "cortarlos y comer partes de su carne". Finalmente iban a suicidarse, ya que pensaban que, al haber matado a sus compañeros, se irían al infierno con Satanás.