Cuando la casa de tus sueños se convierte en una pesadilla: el macabro caso de la familia Broaddus

  • Compraron una casa en el estado de Nueva York y comenzaron a llegar cartas

  • 'The Watcher' enviaba notas escalofriantes sobre los secretos de la casa

  • El misterioso individuo decía llevar décadas vigilando la mansión

La macabra historia de la familia Broaddus podría ser el argumento de una película de terror y de hecho lo va a ser, con Naomi Watts y Bobby Cannavale de protagonistas. Derek y Maria Broaddus, junto a sus tres hijos, estaban encantados cuando compraron una casa en el norte del estado de Nueva York por 1.3 millones de dólares, pero lo que iba a ser la residencia de sus sueños terminó convirtiéndose en una pesadilla infernal que rememora 'Daily Star'.

Corría el mes de junio de 2014. La pareja no se mudó de inmediato; optó por hacerle algunos arreglos a su nueva casa, mientras todavía vivían en la antigua. Fue entonces cuando recibieron una carta, la primera de varias. las misivas eran enviadas por alguien que afirmaba haber sido una especie de guardián de aquella casa durante años. Se hacía llamar 'The Watcher'.

La primera carta les daba la bienvenida a los Broaddus y procedía a presentarse con estas palabras: “657 Boulevard ha sido el centro de mi familia durante décadas y ahora que se acerca a sus 110 años, me pusieron a cargo de vigilar y a esperar su llegada. Mi abuelo cuidó esta casa en la década de 1920 y mi padre hizo lo mismo en la década de 1960. Ahora me toca a mí. ¿Conocen la historia de esta casa? ¿Saben lo que hay dentro de sus paredes? ¿Por qué están aquí? Yo lo averiguaré”.

Derek lo puso en conocimiento de la Policía, pero llegaron más cartas en las que el autor también hacía referencia a los tres hijos de la pareja, preguntaba si había algún otro bebé en camino y hasta incluían observaciones detalladas sobre las actividades de reforma, la cantidad de trabajadores que habían contratado para la reparación y el tiempo que la familia había permanecido en ella.

“Los trabajadores han estado ocupados y yo he estado observando. ¿Han encontrado ya lo que hay en las paredes? Con el tiempo lo harán. ¿Ya has encontrado todos los secretos que guarda la casa? ¿Correrá la sangre joven en el sótano? O tienen demasiado miedo de ir allí solos. Tendría mucho miedo si fuera ellos. Está lejos del resto de la casa. Si estuvieras arriba, nunca los escucharías gritar", decía una de las misivas más espeluznantes, refiriéndose los propios hijos de los Broaddus, de 5, 8 y 10 años.

"¿Dormirán en el ático? ¿O dormirán todos en el segundo piso? Lo sabré tan pronto como se muden. Me ayudará a saber quién está en qué dormitorio. Entonces podré planificar mejor. Sabes que estaré observando", proseguía.

La investigación Policial no dio resultados

La investigación de la Policía de Westfield no llegó a ninguna parte y las cartas siguieron llegando. Temiendo por la seguridad de sus hijos, la pareja no se atrevió a mudarse. Incluso pidieron a un sacerdote que bendijera la propiedad, consideraron la posibilidad de adquirir perros guardianes y colocaron un anuncio requiriendo veterano militar para proteger la propiedad.

Seis meses después de haber recibido la primera carta, la familia puso la casa en el mercado, pero ya entonces circulaban rumores sobre la existencia de un acosador y de un misterio sobre la residencia, y no les apareció ningún comprador, incluso luego de haberle bajado el precio.

Meses más tarde, al enterarse de que los antiguos propietarios también habían recibido al menos una carta amenazante, los Broaddus interpusieron una demanda legal contra los Woods, sobre todo por no haberles advertido de lo que estaba ocurriendo.

Por su parte, los Woods testificaron ante un juez que habían recibido apenas una nota anónima, pero negaron que esta fuera “perturbadora o que reclamara un derecho a la propiedad de la casa”, según The Associated Press. De ahí que esta demanda haya sido desestimada en 2017.

Más amenazas tras sopesar demoler la construcción

Por último, los Broaddus intentaron infructuosamente demoler la construcción, y ahí también recibieron una carta de 'The Watcher', que los amenazaba con vengarse: "Tal vez un accidente automovilístico. Tal vez un incendio. Tal vez algo tan simple como una enfermedad leve que nunca parece desaparecer, pero que te enferma día tras día, tras día, tras día. Tal vez la misteriosa muerte de una mascota. Los seres queridos de repente mueren. Aviones, autos y bicicletas que se estrellan. Huesos que se rompen”.

Por último, aterrada, la familia terminó alquilándola con la esperanza de poder venderla después de unos años. En 2019, la casa finalmente se vendió por 959,000 dólares. Los Broaddus por fin se deshicieron de aquella casa de sus sueños que tanto les costó, sin siquiera haber recuperado el primer importe que abonaron por ella.