Los forenses siguen con la exhumación de fosas comunes en la localidad ucraniana de Bucha

Tras la retirada de las tropas rusas de la ciudad ucraniana de Bucha, donde llevaron a cabo una auténtica masacre de civiles, los forenses trabajan sin descanso para recuperar los cuerpos de las víctimas, poder demostrar que se cometieron crímenes de guerra y para darles un entierro digno.

Algunas de ellas fueron enterradas por sus propios vecinos en fosas comunes y perfectamente identificadas para evitar un problema de salud pública. Una de esas fosas se encuentra detrás de una iglesia.

En las imágenes grabadas con un dron se puede ver cómo personas con trajes protectores blancos y con la ayuda de una grúa recuperan los cuerpos. En las calles también continúan trabajando escuadrones antiminas para destruir los miles de dispositivos sembrados por las tropas rusas.

Bucha suma ya más de 400 víctimas mortales

Según las autoridades ucranianas, en total son 403 las personas que han perdido la vida en Bucha, de las que 163 han sido ya identificadas. Dieciséis todavía siguen desaparecidas.

Desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, al menos 186 niños han muerto en todo el país a consecuencia de la guerra, según datos de la Fiscalía General Ucraniana.

Por otra parte, el suministro de agua se ha restablecido en Bucha y los servicios de luz y gas se repondrán en breve. Es el único atisbo de normalidad en una ciudad completamente devastada.