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Las autoridades han conseguido detener al sospechoso de ser el presunto autor del tiroteo en el metro de Nueva York, Frank James, el hombre de 62 años que presuntamente abrió fuego sembrando el pánico y dejando 29 heridos, 10 de ellos por herida de bala.
Tras una frenética búsqueda que había obligado a organizar un amplio dispositivo policial desde que en la mañana del martes, en plena hora punta, –a las 8:30 hora local–, perpetrase su ataque, por fin las autoridades han dado con su paradero y han acometido su arresto.
Ataviado con una máscara antigás y un chaleco verde, haciendo que muchos le confundiesen con un empleado del servicio de transportes MTA, como han relatado algunos testigos, el atacante, presuntamente Frank James, –un hombre afroamericano muy corpulento–, lanzó varias granadas de humo antes de abrir fuego y disparar contra los viajeros del metro. Según el último balance, 10 resultaron heridos de bala, mientras el resto precisó atención médica por inhalación de humo. Entre los heridos de bala había también una mujer embarazada, como ha explicado un testigo en un testimonio desgarrador. Él se abrazó a ella para protegerla y también recibió un disparo: "Es el mayor dolor que he sentido en mi vida. Había una mujer embarazada, le habían disparado, la abracé y ahí fue cuando recibí un disparo", ha contado.
El tiroteo se producía aproximadamente a las 8:30 hora local, momento en el que se desataba el pánico en un vagón tras el sonido de varias ráfagas de disparos. En imágenes captadas por las cámaras de la zona y por los propios viajeros que se encontraban en el lugar, se aprecia cómo, con el convoy ya parado, empezaban a salir ciudadanos malheridos, con algunos de ellos cayendo al suelo, ensangrentados.
Mientras la mayoría de la gente se apresuraba a huir de las inmediaciones, las autoridades, ya alertadas, se movilizaban inmediatamente para atender a los heridos, asegurar el perímetro y buscar al atacante, que por fin, tras más de 24 horas, ha sido detenido.
Frank James preparaba una auténtica matanza; una masacre peor de la que provocó. Al parecer, su arma se quedó encasquillada en pleno ataque, y fue eso lo que evitó un balance todavía más aterrador.
Además, los bomberos encontraron en el lugar varios dispositivos explosivos sin detonar.
En la zona, las autoridades hallaron también un arma, un hacha, un bote de gas pimienta, dos de gas, varios cargadores, granadas de humo, gasolina y material pirotécnico, si bien no se ha especificado si todo ello era de su propiedad. Sin duda lo era el arma: una pistola glock, que fue localizada en el lugar junto a dos cargadores.
"Ha sido una suerte que se encasquillara porque si no estaríamos hablando de mucha más gente en hospitales y más graves. Decenas de personas más habrían resultado herida o más gravemente heridas", declaraba una fuente policial citada por New York Post tras lo sucedido.
Las autoridades habían ofrecido una recompensa de hasta 50.000 dólares para quienes ofreciera información que pudiera conducir a la detención de Frank James, que ha sido arrestado por una patrulla en el barrio de East Village, en el Bajo Manhattan, según apuntan medios locales.
Antes de ello, las autoridades habían indicado que meses atrás el detenido había mostrado, a través de distintos vídeos de YouTube, sus deseos de "exterminar" a según qué tipo de personas, así como expresó su descontento con el alcalde de la ciudad, Eric Adams, por no permitir que las personas sin hogar pernocten en las instalaciones del suburbano.
La Policía, de hecho, había compartido una captura de imagen de un vídeo del canal de YouTube 'Prophet of Truth 88' (Profeta de la Verdad 88) en la que James aborda en largas peroratas repletas de improperios y vocabulario malsonante todo aquello que le aflige, dando rienda suelta a su misantropía.
En este sentido, medios estadounidenses han publicado algunos de los vídeos en los que asegura haber experimentado el fuerte deseo de matar gente, aunque la perspectiva de acabar en la cárcel es lo que le había frenado hasta el momento.
Del mismo modo, en otra de las grabaciones manifestaba su decepción con la designada nueva juez del Tribunal Supremo de Estados, Ketanji Brown Jackson, por estar casada con un hombre blanco, así como con el alcalde James por reforzar la seguridad del metro.