Alta tensión entre India y Nepal: se disputan una zona del Himalaya

  • Ambos países incluyen en sus mapas oficiales Kalapani, una zona en disputa desde 1962

  • La zona está bajo ocupación india, pero Katmandú nunca ha dejado de reclamarla

India ha abierto un nuevo frente con Nepal a cuenta de Kalapani, una zona del Himalaya que los dos países se disputan desde 1962 y que el Gobierno indio ha incluido en su nuevo mapa oficial, que recoge la separación del Ladakh de Jammu y Chachemira. Ante dicha anexión cartográfica, Nepal ha publicado su propio mapa oficial, que también incluye Kalapani, según informa 'La Vanguardia'. Y como la silueta del país forma parte del emblema nacional, también éste ha sido modificado, con un estrecho cuerno en su extremo occidental.

Esto es una consecuencia más de la derogación del estatus especial de la Cachemira india y su reorganización, decididas unilateralmente por el Gobierno de Narendra Modi. Aunque el ejército indio patrulla Kalapani desde la guerra sino-india de 1962, Katmandú nunca ha dejado de reclamarla, aduciendo que el río que delimita la frontera nace más al oeste.

Hace dos meses, el ministro de Defensa indio inauguró una carretera que atraviesa Kalapani a lo largo de 19 kilómetros, hasta la frontera. Esto agotó la paciencia del Gobierno nepalí, en manos del Partido Comunista, que ha promovido una enmienda constitucional que incorpora a su mapa esos 400 kilómetros cuadrados. La enmienda recibió la aprobación unánime de ambas cámaras y ya ha sido firmada por la presidenta. El jefe del ejército indio ha dicho al respecto que Katmandú está obrando “en favor de terceros”.

Lo cierto es que India no habría acabado la carretera sin un trato con Pekín, a fin de reducir de tres semanas a una el tiempo necesario para los peregrinos indios. Estos acuden al monte Kailash y al lago Manasarovar, en el Tíbet, sagrados en tanto que Olimpo de Shiva y manantial del Indo. En Nepal aún queda rencor por el bloqueo indio de hace cuatro años, que contrasta con la oferta china de conectar Lasa y Katmandú por tren y facilitarle el uso de sus puertos. En otoño, Xi Jinping realizó la primera visita de un dirigente chino a Nepal desde 1996, para desazón de los exiliados tibetanos que aún quedan.

Congeladas las posiciones en Chachemira oriental

Mientras tanto, siguen congeladas las posiciones de los ejércitos indio y chino en Cachemira oriental, entre el Ladakh bajo control indio y Aksai Chin, bajo control chino. Hace tres semanas, veinte soldados indios murieron en el valle del río Galwan. La escaramuza a garrotazos, al pie de un precipicio, dejó a docenas de soldados con heridas en la cabeza, mientras que 17 de ellos murieron luego por hipotermia al despeñarse al río cuando ya anochecía. Pekín no ha facilitado cifras de bajas entre sus filas, pero la batalla campal implicó a cientos de tropas y duró horas. Si no hubo más muertos fue por el acuerdo de patrullar sin armas. En cualquier caso, es la primera escaramuza sino-india letal desde los años setenta.

Los medios oficialistas chinos acusan al ejército indio de intrusión, y los medios indios, lo contrario, de inadaptación a las alturas y de deficiencias logísticas, que habrían retrasado el auxilio. Aunque es precisamente el empeño en impedir mejoras logísticas indias lo que está en el origen del choque. China también ha devuelto a diez soldados indios cuya cautividad ni siquiera había sido revelada, en una India donde la pandemia sigue en fase ascendente.

El primer ministro Modi, que reserva la contundencia para Pakistán, habría declarado ante su partido que “no ha habido intromisión china en territorio indio”. Aunque el pasado viernes viajó al Ladakh para avisar de que “la era del expansionismo ha terminado”. China ha replicado que no mantiene litigios fronterizos con ningún vecino, excepto India y Bután, país al que Nueva Delhi prohíbe mantener relaciones diplomáticas con Pekín.

Con el fin de evitar que se repitan choques como el de mediados de junio, India ha empezado junto con China el proceso de retirada de tropas en el valle de Galwan. “La desescalada con el Ejército de Liberación Popular chino (PLA, en inglés) ha comenzado según los términos acordados en la reunión de comandantes”, que tuvo lugar la semana pasada entre altos cargos militares de ambas partes, indicaron fuentes militares indias.