La historia de Ana Paola, la joven mexicana que vendió su pelo para salvar a su abuelo con coronavirus

  • Toda su familia se contagió de coronavirus

  • Vendió su melena para comprar una bombona de oxígeno a su abuelo

  • La joven consiguió 2.500 pesos, algo más de 100 euros

El drama que esta sufriendo Ana Paola, una niña mexicana que se contagió de coronavirus, al igual que otros nueve miembros de su familia, ha exprimido su ingenio al máximo con tal de poder ayudar. La joven puso en venta su larga melena para poder comprar una bombona de oxígeno a su abuelo, gravemente enfermo por el virus.

Ocurrió en el estado de Toluca. Tras más de 40.000 pesos invertidos (más de 1.600 euros) en tratamientos y cuidados contra el coronavirus, la salud de su abuelo, de 68 años, continuaba siendo muy delicada. A la enfermedad se une su diabetes, con lo que precisa oxígeno para conservar su vida. Por eso Ana Paola sabía que tenía que hacer algo.

Así que no se le ocurrió nada mejor que acudir a las redes sociales y poner a la venta su melena. Cualquier cosa con tal de poder comprar una bombona de óxígeno, inalcanzable para la modesta economía familiar.

La joven consiguió 2.500 pesos por su melena

"Teníamos que conseguir oxígeno, veía a los adultos de mi familia preocupados porque está caro, todos estaban juntando el dinero. Entonces yo le pregunté a mi hermana si me hacía una foto para subirla al Facebook y vender mi cabello", rememora Ana Paola en Milenio.

Su idea tendría recompensa, pues lograría obtener 2.500 pesos (algo más de 100 euros) que entregaría automáticamente a su tía para costear los gastos de su abuelo, postrado en la cama de su casa sin poder ganarse su sueldo como mecánico de un taller y que tiene decidido combatir el coronavirus en compañía de su mujer y no ingresado en un hospital.

"Prefiero perder mi cabello que perder a mi abuelito"

"Yo prefiero perder mi cabello que perder a mi abuelito. De todos modos, mi cabello vuelve a crecer, me quedó muy cortito, pero bueno desde antes de que me lo cortara muchísimas personas me apoyaron", concluyó en la entrevista.

Eso sí, la lucha de Ana Paola no ha terminado, pues con ese presupuesto aún no le alcanza para hacerse con un dispensador de oxígeno que tenga una autonomía de más de 24 horas, que cuesta el doble. "Necesitamos un concentrador de oxígeno y una bombona con mayor capacidad", reconoce mientras vuelve a encomendarse al poder de las redes sociales.