“Dios, no quiero morir”: últimas palabras del misionero norteamericano asesinado por aborígenes

Informativos Telecinco 22/11/2018 19:53

John Chau, de 26 años, era consciente de la peligrosidad que entrañaba acudir a la isla de Setinel del Norte, a la cual visitaba con la intención de evangelizar a la población, un grupo de aborígenes que rechazaban contacto alguno con cualquier ser de fuera de la isla y se negaban a cualquier avance de la civilización. Llevan en la isla desde hace 30.000 años.

La tribu de aborígenes era de tal peligrosidad que las autoridades de la India, estado que administraba la isla, había prohibido la visita al lugar por parte de cualquier persona.

Incluso los pescadores que acercaron a John a la costa le advirtieron de la locura que estaba cometiendo, algo de lo que fueron testigos posteriormente, ya que vieron como fue alcanzado por varias flechas.

“Los pescadores que estaban en el bote vieron que una flecha lo golpeó. Más tarde dijeron que se lo llevaron dentro [de la isla] y lo enterraron” ha afirmado Denis Giles, activista por los derechos de las tribus y periodista en la zona.

La madre del joven asesinado ha compartido con The Washington Post el diario de John, el cual recoge las últimas anotaciones antes de ser asesinado por los aborígenes: “Podréis pensar que estoy loco por todo esto, pero creo que vale la pena declara a Jesús a estas personas”

En la última frase que escribió a su familia en 16 de noviembre durante el trayecto en barco al lugar en el que perdió la vida, se puede leer: “Dios, no quiero morir”

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