Muere el hermano de 5 años de Polina, la niña de Ucrania a la que Rusia asesinó a tiros junto a su familia

El pequeño Semyon, el hermano de la niña ucraniana Polina, ha fallecido después de pasar días luchando por su vida en un hospital. La familia de Semyon y Polonia fue tiroteada por las tropas rusas cuando intentaban escapar de Kiev al inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.

El menor no sabía que su hermana Polina, de 10 años, y sus padres, Anton Kudrin y Svetlana Zapadynskaya, habían fallecido en el ataque. Semyon sobrevivió, pero se encontraba en estado crítico en el hospital infantil de Okhmatdyt, donde finalmente ha fallecido.

Según reportan varios medios como The Sun, la hermana mayor, Sofía, de 13 años, la única que queda viva tras el ataque, se encuentra ingresada también en estado crítico e inconsciente.

Militares de Rusia dispararon contra el coche de la familia cuando huía de Ucrania

La familia, compuesta por los padres y los tres hermanos, se encontraban juntos en el coche cuando un grupo ruso de sabotaje y reconocimiento disparó contra el automóvil.

El vicealcalde de la localidad, Volodymyr Bondarenko, confirmó el trágico fallecimiento de Polina tras el ataque: "Su nombre era Polina. Estudió en el cuarto grado de la escuela en Kiev. Esta mañana en Teligi, ella y sus padres fueron tiroteados por DRG ruso", denunció.

Medio millón de niños refugiados en una semana de conflicto en Ucrania

Un total de 500.000 niños se han convertido en refugiados en una semana de guerra en Ucrania, según ha alertado UNICEF, que advierte de los "riesgos crecientes" para los menores a medida que se intensifica el conflicto en las zonas pobladas del país.

"El uso de armas y artefactos explosivos en las ciudades podría convertir rápidamente esta crisis en una catástrofe para los niños de Ucrania", ha avisado el director regional de UNICEF para Europa y Asia Central, Afshan Khan.

Según recuerda la organización de infancia, desde el 24 de febrero, 17 niños han muerto y 30 han resultado heridos, según los informes que Naciones Unidas ha podido verificar, pero advierte de que es probable que el número real de víctimas infantiles sea mucho mayor.