El nuevo superyate de Román Abramóvich, valorado en 500 millones de euros, se acerca a su finalización

  • El superyate Solaris tendrá helipuerto, piscina y 48 camarotes

  • El dueño del Chelsea zarpará con su nuevo barco en verano

  • Abramovich posee un patrimonio de más de 11 mil millones de euros

El nuevo superyate de Román Abramóvich, valorado en torno a 500 millones de euros, se ha visto por primera vez, cuando se acerca a su finalización en un astillero alemán. El Solaris, de más de 140 metros, equipado con helipuerto y piscina, pronto realizará pruebas en el mar antes de que el propietario del Chelsea, de 54 años, zarpe en verano, según recoge Daily Mail.

"Este será el yate del año cuando se lance"

El yate de ocho cubiertas del multimillonario ruso ha sido equipado con 48 camarotes y tiene capacidad para 36 invitados, así como 60 tripulantes. Posee dos motores eléctricos de alta tecnología llamados Azipods, que impulsarán al colosal barco, según Boat International. Además, presenta hélices súper eficientes que pueden girar 360 grados, lo que proporciona un margen de maniobra increíble y hace que el timón sea innecesario, según las fuentes consultadas.

A pesar de su increíble tamaño, la nueva embarcación de Abramóvich es en realidad más pequeña que el superyate que ya posee: el Eclipse, de más de 162 metros. Además, el magnate ruso, ha poseído anteriormente al menos otros cinco superyates, incluidos el Sussurro de 50 metros, el Ecstasea de 86 metros, el Luna y el Pelorus, ambos de 114 metros, y el Grand Bleu, de 113.

El Solaris fue fotografiado rodeado de andamios y grúas a finales de diciembre, cuando se acercaba a su finalización en el astillero Lloyd Werft en Bremerhaven, al norte de Bremen. "Este será el yate del año cuando se lance a finales de 2021", comentó una fuente cerca a The Sun. Solaris tendrá una velocidad máxima de 18 nudos (20 mph) y contará con un área de club de playa al aire libre, con jacuzzi y spa para acompañar la piscina

El magnate ruso ya tiene un superyate más grande y caro que el Solaris

El Eclipse, que Abramóvich utiliza para cruceros por la Riviera francesa, donde posee una villa en Antibes, también es más caro que la nueva embarcación. El yate, de más de 162 metros, en el momento del lanzamiento, fue el superyate privado más grande del mundo.

Según los informes, el Eclipse está equipado con un sistema antimisiles, vidrios a prueba de balas y blindaje alrededor de las habitaciones. No está claro en qué se diferenciará el nuevo barco más pequeño.

"Los detalles se mantienen en alto secreto, pero será una magnífica adición para el propietario. Para darte una idea del tamaño de Solaris, el cobertizo del yate en el que se está construyendo es más grande y más alto que el Palacio de Buckingham, así que tienes una idea de las dimensiones", añadió la fuente consultada por el rotativo inglés.

La fortuna de Abramovich

Román Abramóvich, que posee un imperio inmobiliario de más de 230 millones de euros en Londres, se convirtió en ciudadano israelí en 2018, después de anunciar que había retirado su solicitud de visa para el Reino Unido. Se produjo en medio de intensas tensiones entre Londres y Moscú por el ataque de Salisbury Novichok.

En enero, el líder de la oposición rusa Alexei Navalny pidió la congelación de los activos de Abramovich por su envenenamiento y detención. Un representante del activista anticorrupción de 44 años acusó al propietario del Chelsea de estar asociado con el Kremlin. Los representantes de Abramóvich se burlaron de las afirmaciones.

Abramovich tiene un patrimonio de más de 11 mil millones de euros y ha supervisado los gastos en el Chelsea FC desde que asumió el cargo en 2003. Bajo su propiedad, el club londinense ha ganado cinco títulos de la Premier League, la Champions League y se ha convertido en uno de los clubes más valiosos del fútbol mundial.

El ruso es dueño de una mansión de 15 habitaciones en los jardines del palacio de Kensington. Pagó más de 100 millones por su casa, que ahora estaría valorada en casi 150 millones. El magnate ruso hizo su fortuna vendiendo activos comprados al estado después de la caída de la Unión Soviética.