El Reino Unido se queda sin mano de obra

  • Los sectores de la restauración, la construcción y el transporte denuncian una importante falta de trabajadores después del Brexit

  • La situación se ha agravado por el Covid y los bares y restaurantes están cambiando las condiciones económicas de los empleados para atraerlos

  • Los supermercados no reciben productos porque no hay camioneros que los lleven de los almacenes a las estanterías

Es viernes, cinco de la tarde, van llegando los clientes al restaurante Ibérica de Victoria, al lado de Westminster, una de las zonas más transitadas de Londres. El local tiene dos pisos, amplios espacios interiores, enormes ventanales y un ambiente muy familiar. Hay pocos clientes todavía a esta hora. Victoria es básicamente una zona de oficinas, pero éstas todavía no están abiertas al cien por cien. Poco a poco, tras el Brexit y la pandemia, el Ibérica va recuperando la normalidad, como el resto del sector de la restauración y el resto de las empresas británicas. Apenas la economía británica está despertando y se empieza a notar el golpe del Brexit.

“El mayor impacto que hemos tenido es en la contratación, en traer nueva gente a los equipos, hay escasez de candidatos y, sobre todo, candidatos españoles, que son los mejores embajadores de lo que nosotros intentamos compartir con la gente, que es la cultura y la gastronomía española”, explica Ivan De la Viuda, manager general del restaurante de Victoria. El 75 por ciento de los trabajadores de la restauración en el Reino Unido eran europeos. El porcentaje era aún superior en Ibérica. En estos momentos tienen a veinte trabajadores en plantilla, de los treinta que había antes del Brexit y del Covid.

Los clientes que hay en el local son ingleses, pero también hay españoles. Todos los productos que ofrecen son importados de España. De la Viuda explica que también que están teniendo algunos problemas para importar productos, especialmente con los proveedores de bebidas. “Salvo productos diarios como la leche o huevos, casi todo venía de España, nuestra carta de vinos era cien por cien española, traíamos jamón, queso de España. Los precios han subido por el tema de las tasas y traer algo de fuera de Reino Unido sin pertenecer a la UE es más caro”, dice.

Reclutar en España

Actualmente el grupo tiene cuatro restaurantes en Londres y uno en Leeds. En los últimos meses, desde el Brexit, tuvo que cerrar el de Manchester y el de Glasgow. Sin embargo, están trabajando para revertir la situación y salir reforzados de esta crisis. Se están reinventando. “Estamos cambiando las condiciones económicas y la calidad de vida de los empleados para que tengan unos horarios que les permitan vivir y dedicar las mismas horas que cualquier otro trabajo. El salario también lo hemos subido y, en general, todo el Reino Unido lo ha hecho porque al final esta carencia [de trabajadores] no te permite hacer crecer el negocio”.

El Gobierno británico ha implementado un nuevo sistema de inmigración por puntos. Para obtener un visado exige un salario mínimo de 25.600 libras brutas (unos 30.000 euros), aprobar un examen de inglés y cumplir una serie de requisitos. El departamento de Recursos Humanos de Ibérica está trabajando para poder reclutar a candidatos directamente desde España. De la Viuda es leonés y llegó a Londres el verano olímpico de 2012 con un amigo para aprender inglés y buscarse la vida, como la mayoría de españoles antes del Brexit. Entonces estaba estudiando la carrera de informática en España. Se inició en la hostelería. Al final de ese verano, su amigo regresó a España, pero él se quedó, decidido a seguir con la carrera en hostelería.

Empezó desde abajo como pinche de cocina en un restaurante de Croydon, al sur de Londres. Al poco tiempo entró en Ibérica haciendo de ‘runner’, llevando las bandejas a las mesas. En menos de cuatro años ya era mánager general del restaurante de Glasgow, en Escocia. Luego fue transferido a Londres, La mayoría de los cargos directivos de Ibérica en Reino Unidos es gente que empezó en la compañía desde abajo del todo. Ahora todo esto se ha acabado con el Brexit. “Me da mucha pena y rabia que haya gente que no tenga esa oportunidad de encontrarse y de venir a experimentar Londres como hice yo”, dice.

Los camioneros se marchan

Uno poco más allá del Ibérica hay un supermercado con algunas estanterías vacías. Estos días es habitual encontrar estanterías vacías o que falten productos en los supermercados. El motivo no es que no haya productos, sino que no hay conductores que lleven los productos de los almacenes a las tiendas. Hay una escasez de cerca de 100.000 camioneros en relación a los 320.000 que trabajan en el Reino Unido. La mayoría eran de Polonia, de Eslovaquia y del este de Europa y regresaron a sus países después del Brexit y del Covid.

“Uno de los mayores impactos del Brexit es la falta de gente que se deje explotar en el sector, y uso este término deliberadamente, porque durante muchos años las empresas han utilizado a agencias de mano de obra de migrantes para impulsar una industria en declive —afirma Adrian Jones, responsable de transporte comercial, almacenes y logística del sindicato ‘Unite’, uno de los más importantes del Reino Unido—. Y ahora, por el impacto del Brexit y del Covid, muchos trabajadores migrantes han regresado a sus países de origen”.

El sindicato Unite ha publicado un manifiesto en que reivindica una mejora de las condiciones de los trabajadores. Jones explica que el sector de los camioneros se ha ido deteriorando con los años y que el Brexit y el Covid lo único que han hecho es acelerar este deterioro. “Necesitamos asegurarnos de que los conductores son tratados con el respeto que se merecen y esto significa que tengan acceso a lavabos, que dispongan de las instalaciones adecuadas para descansar, que las horas sean las correctas”, dice Jones.

Y advierte que la media de edad de los camioneros británicos es de 56 años y que en diez o quince años estarán jubilados. Tan solo un 1% son menores de 25 años. O sea, que esta escasez se incrementará en diez años si no forman a nuevos conductores. La formación conlleva 18 meses y requiere de una inversión que ahora mismo muchos empresarios o no están dispuestos a asumir. Los empresarios están pidiendo al Gobierno una relajación de las leyes de inmigración para poder traer camioneros temporales de la Unión Europea (UE). Incluso se habla de contratar a conductores del Ejército para garantizar la campaña de Navidad, unas medidas que, dice Jones, son populistas y no solucionarían el problema de fondo.

El gobierno insiste en los británicos primero

El tercer sector más afectado por la falta de mano de obra europea es la construcción, la industria por la que más fuerte ha apostado Johnson para recuperar la economía. Londres está llena de grúas, andamios, excavadoras, hormigoneras. Están levantando edificios por todas partes. Sin embargo, tienen problemas para encontrar mano de obra y, además, muchos materiales para la construcción no están llegando. La ocupación ha caído un 4% por lo que se refiere a trabajadores británicos y un 42%, de la UE, según datos de la oficina de estadística gubernamental.

Tanto desde el sector de la restauración, como el de la construcción o el transporte, se está presionando al gobierno para que relaje sus políticas de inmigración y permita la entrada de más mano de obra europea. El Gobierno insiste en que hay que contratar a trabajadores británicos e invertir en ellos porque este fue el motivo del Brexit, pero los británicos no parecen muy dispuestos a hacer este tipo de trabajos. La situación se puede agravar a partir del 1 de octubre, cuando se implementen todas medidas del Brexit en la frontera.