Suecia: ¿está dando resultado su estrategia contra el coronavirus?

  • Sólo habrá sido positivo el "no confinamiento" si realmente hay "inmunización de rebaño"

  • Los datos de seroprevalencia se conocerán a finales de mayo

  • La tasa de mortalidad es superior a Finlandia y la economía sufre igual que la danesa

Suecia va por libre en la crisis del coronavirus. El Gobierno del país escandinavo decidió seguir una estrategia distinta a la de sus vecinos regionales y en general a la de toda Europa. Suecia no confinó. Mantuvo abiertos los colegios para los alumnos hasta 16 años, las tiendas, las fábricas, los bares, los restaurantes y hasta permitió reuniones y actos culturales y festivos si reunían a menos de 500 personas (más tarde redujo el aforo a 50 personas). El país no tiene planeada la puesta en marcha de ninguna aplicación para trazar contactos a través del seguimiento de los teléfonos móviles.

La estrategia, en manos del epidemiólogo Anders Tegnell, ha permitido que los suecos sigan comiendo en restaurantes, que no tengan límite alguno para salir de casa, que sigan acudiendo a los colegios, que vayan de compras o que se corten el pelo, ese nuevo lujo europeo. Muy pocos usan mascarillas. Este experto ha explicado varias veces que cuanto mayor sea un éxito de un país en contener la primera oleada del virus, más daño sufrirá en una eventual segunda oleada.

Recomendaciones, no obligaciones

Todo se basa en pedir a quien tenga síntomas que no salga de casa y mantener los contagios controlados de forma que no desborden el sistema sanitario. El Gobierno piensa que el hecho de que Suecia sea el país del mundo con la menor tasa de obesidad le ayuda a resistir una enfermedad que parece atacar con más dureza a las personas obesas. También que el hecho de que, como en otros países de la región, la gente tenga menos tendencia a tocarse para saludarse, hace más difícil el contagio.

Una estrategia, cree Estocolmo, que puede mantenerse hasta que haya una vacuna disponible. Si la vacuna llega antes de un eventual segundo brote del virus la estrategia sueca se habrá demostrado como un error histórico. También si sus vecinos consiguen contener una segunda oleada como han hecho con la primera.

El Gobierno sueco pensaba que en lugar de restringir por ley la libertad de sus ciudadanos bastaría con apelar a su responsabilidad. Sólo emitió consejos generales, recomendaciones: lavarse las manos, mantener la distancia física, teletrabajar, evitar los viajes innecesarios y que los mayores salieran de casa lo menos posible.

Suecia esperaba menor destrozo económico

Creía que así lograría dos objetivos:

  • Evitar un destrozo económico histórico.
  • Hacer que su población se fuera inmunizando.

La “inmunidad de rebaño” se lograría así de como efecto colateral y evitaría que el país sufriera en una hipotética segunda oleada para que difícilmente habrá todavía vacunas. Su potente sistema sanitario haría el resto.

Dos meses después se puede hacer balance reflejando la imagen sueca en la de sus vecinas Dinamarca, Noruega y Finlandia, tres países que, en menor o en mayor grado, confinaron a sus poblaciones, tres países con estructuras sociales, demográficas, sanitarias y económicas similares. Tres países culturalmente lo más cercano posible a Suecia.

Tiene más muertos que sus vecinos

Los datos de la Agencia Europea de Prevención y Control de Enfermedades (actualizados este viernes a las 14:00), decían que Suecia, país de 10,2 millones de habitantes, tiene 3.460 fallecidos por covid-19, el equivalente a 339 por millón de habitantes.

Su vecina Dinamarca, de 5,8 millones de habitantes, tiene 533, 91 por millón. Noruega (5,3 millones de habitantes) tiene 229, 43 por millón. Finlandia (5,5 millones de habitantes) tiene 284, lo que hace 51 por millón. Los suecos salen muy mal parados en esta comparación: multiplican los fallecidos de Dinamarca por 3,7, los de Noruega por 7,8 y los de Finlandia por 6,6.

A cambio, ¿lograron evitar mejor que sus vecinos el golpe económico? No.

Los datos aseguran que no. Según las previsiones económicas de primavera de la Comisión Europea, presentadas la semana pasada, la economía sueca, que creció un 1,2% en 2019, caerá un 6,1% este año mientras el desempleo crecerá en un año del 6,8% al 9,7%. En 2021 apenas retrocederá hasta el 9,3%.

Sus vecinos regionales estarán igual o mejor. Dinamarca creció en 2019 un 2,4% y este año caerá menos que Suecia, un 5,9%. También verá crecer menos el desempleo, del 5% al 6,4%. En 2021 lo reducirá hasta el 5,7%.

Los datos de la banca Nordea muestran que Noruega creció un 1,2% en 2019 y caerá un 6,3% en 2020, dos décimas más que Suecia. Su desempleo, que era del 3,7% en 2019 saltará hasta el 13% este año pero se reducirá al 7% en 2021.

Suecia tampoco sale especialmente bien parada al compararla con Finlandia. La economía finlandesa, que creció un 1,0% en 2019, caerá este año un 6,3% y verá subir su desempleo menos que la sueca, del 6,7% al 8,7%. Suecia no cerró sus fábricas, pero se han visto obligadas a paralizar parte de su producción por el parón en las cadenas de suministros europeas. El gigante ‘Volvo’ tuvo que detener sus cadenas de montaje de coches y camiones porque no le llegaban piezas de sus subcontratistas en otros países europeos.

¿Logró la ‘inmunidad de rebaño’?

La estrategia sueca sería un éxito si el país, gracias a su no confinamiento, alcanzara la “inmunidad de rebaño” suficiente para que gran parte de su población ya no estuviera en riesgo. El director de epidemiología de su sistema sanitario público, Anders Tegnell, estimaba a principios de mayo que para finales de este mes más de la mitad de la población de Estocolmo estaría inmunizada.

Un dato que, de ser cierto, contrastaría con los porcentajes de prevalencia que se van conociendo de los países vecinos (ninguno alcanza el 10%). Los expertos suecos creen que los esfuerzos de los países vecinos por contener el virus son a largo plazo inútiles y que la única solución viable es la “inmunidad de rebaño”.

Víctor Lapuente, catedrático de Ciencia Política en la Universidad de Gotemburgo, explicó a NIUS: “no le veo ventajas a la estrategia sueca. Dicen que habrá más inmunidad de rebaño pero tampoco está claro. Tal vez sí hay menos disrupción social porque los niños están en la escuela sin cierres”.

Lapuente cree que el Gobierno sueco apostó a que la mentalidad de los suecos sirviera para que aceptaran unas indicaciones sin tener que confinarlos. Pero este analista apunta a otra razón: “un reconocimiento de impotencia”, que el Ejecutivo pensara: “A estos no los podemos encerrar”.

El Gobierno de Stefan Lofven empieza a cambiar después de que empezaran las críticas por la supuesta falta de planificación para, al menos, salvar a los ancianos de los geriátricos. La Fiscalía abrió una investigación para depurar las presuntas responsabilidades y la prensa del país escandinavo acusa al Ejecutivo de no tener bajo control la situación en las residencias de ancianos.

El Gobierno admitió que había puesto insuficiente atención en los geriátricos y movilizó un paquete de casi 200 millones de euros para reforzar la atención en esos centros, focos de contagio como en otros países europeos.