Multas

¿Te pueden multar por llevar la música alta en el coche? Casos concretos en los que sí

Subwoofer en el maletero para escuchar música a muy alto volumen
Subwoofer en el maletero para escuchar música a muy alto volumen. Unsplash
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Dijo Robert Kock, Premio Nobel de Medicina en 1905, “llegará el día en que el hombre tendrá que luchar contra el ruido tan inexorablemente como con el cólera y la peste”. Sin duda, ese día ha llegado y la contaminación acústica es uno de los principales problemas medioambientales de nuestra generación. Esto también se aplica cuando estamos conduciendo, pues hay una serie de multas relacionadas con un exceso de decibelios que produzca nuestro vehículo.

¿Hay un límite de volumen para la música en el coche?

La Dirección General de Tráfico considera que la música puede ser una buena acompañante mientras conducimos, pero siempre que se haga a un volumen moderado. Cuando se conduce con la música alta, no solamente estamos molestando a otras personas, ya sean otros conductores o peatones, sino que además de la contaminación acústica es un riesgo para la seguridad vial por ser una distracción en la atención a la conducción.

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Algunos estudios han demostrado que escuchar música a un volumen alto puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente, incrementándolo hasta en un 20%. Además, hay ciertos géneros que pueden inducir a conducir más velozmente o de una forma más agresiva. Así se desprende, por ejemplo, de una investigación llevada a cabo hace pocos años por parte de la Universidad de St. John’s de Newfoundland (Canadá), quienes hicieron hincapié en los efectos negativos que esta discoteca móvil tiene en la concentración y en la capacidad de reacción del conductor. También nos dice algo parecido un estudio llamado 'Efecto de la música en el rendimiento al volante y en los indicadores fisiológicos y psicológicos': “la música a volumen alto y medio aumenta la velocidad media de conducción, y la música a bajo volumen la disminuye”.

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El Reglamento General de Circulación establece en su artículo 7 que “los vehículos no podrán circular por las vías o terrenos objeto de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial (…) con niveles de emisión de ruido superiores a los límites establecidos por las normas específicamente reguladoras de la materia”. Concretamente, al escuchar música en el coche, al igual que al realizar otras actividades que puedan emitir sonidos de volumen elevado, estamos sujetos a la conocida como Ley del Ruido, que tiene como objetivo regular la contaminación acústica para prevenir y reducir los daños que pueda causar a la salud humana, los bienes o el medio ambiente.

La DGT, por tanto, no marca un tope de decibelios a los que un vehículo puede emitir sonidos, pero como referencia se han establecido los 87 dB como la barrera que no superar en el tráfico rodado. Si nos parece que la norma se ha ajustado demasiado, hay que los límites que recomienda la Organización Mundial de la Salud son muy inferiores: 53 decibelios durante el día y 45 durante la noche.

Multas y sanciones por exceso de ruido

Si te preguntas cómo se pueden medir los ruidos para saber si vas o no por encima del umbral de decibelios permitido, estas mediciones las pueden realizar las autoridades con un aparato llamado sonómetro, que sirve para medir los decibelios. Si un agente realiza una comprobación en tu vehículo y has superado el límite, te enfrentas a multas de hasta 3.000 euros.

La normativa da competencias a los ayuntamientos para ser quienes fijen en sus ordenanzas municipales los límites de mediciones de ruidos y la cuantía de las sanciones por superar las barreras que se consideran contaminación acústica. Por poner un par de ejemplos, la ordenanza de medio ambiente del Ayuntamiento de Barcelona considera que el límite de emisión sonora de un vehículo sería la suma de 4 decibelios a su cifra de homologación (una suma que coincide con las mediciones de la ITV en materia de ruidos del vehículo).

En el caso del Ayuntamiento de Madrid, la ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica establece que habrá sanciones dependiendo del número de decibelios que se pasen de los 87 dB considerados como el límite. De superar este margen en 4 dB, la multa sería de 90 euros. En caso de superar en hasta 7 decibelios de día o 10 de noche, la multa subiría a 300 euros. El caso más grave, superar más de 7 decibelios el límite, conlleva una multa económica que parte de los 600 euros.

En España, por el momento, no han calado mucho estas medidas de persecución contra la contaminación acústica de los vehículos, pero en varios países de nuestro alrededor, como Francia, ya se ha comenzado a medir masivamente el ruido que hacen los vehículos, tanto por mecánica alterada como por ocio, como es el caso de escuchar música muy alto. Esto se realiza a través de los llamados 'radares medusa', unos aparatos compuestos de un sonómetro conformado por cinco micrófonos para medir los decibelios de un vehículo hasta diez veces por segundo y unas cámaras 360 grados que permiten identificar al infractor.