Especial sol y niños: consejos para evitar las quemaduras de los más pequeños más allá de las cremas

Cristina Abel 28/07/2018 09:37

Quemaduras en la infancia

Estudios reiterados sobre los efectos del Sol en la piel de los más pequeños demuestran que el daño del ADN que provoca una quemadura a los cinco años puede ser el factor inductor de un melanoma Las previsiones científicas en estos momentos señalan que una de cada 53 personas tendrá melanoma a lo largo de su vida y cerca de un 90% de las quemaduras que provocaran esa grave enfermedad se producen durante nuestros primeros años de vida, sobre todo en la infancia y en la adolescencia, en esta última con una frecuencia mayor porque es cuando los chavales tratan de escabullirse del control parental. Por eso, es primordial concienciarles desde muy pequeños de los peligros reales de una sobreexposición solar y de la protección persistente de la piel.

El 80% que recibimos en nuestra vida, antes de los 18

"Otro dato que me llama la atención es que el 80% de Sol que tomamos en nuestra vida lo hacemos antes de los 18 años. Por lo que hay que insistir aún más en la protección de los niños", señala la dermatóloga Cristina Eguren, del Hospital Infanta Sofía. "Hay que estar muy pendientes de la protección de los más pequeños y educarles, de tal manera que sea el niño el que te reclame la crema. Cuanto antes empecemos a concienciarles, mejor, porque luego en la adolescencia, cuando pierden el control paterno, es donde se producen las quemaduras más graves", añade la doctora.

Extrema vigilancia con los bebés

La piel de un bebé tiene una enorme capacidad de regeneración, pero también es menos capaz de protegerse frente a los rayos ultravioleta. Los expertos insisten en no exponer al sol a los niños menores de seis meses y en todos los casos, sin excepción, utilizar cremas de alta protección solar, cubrirles con ropa, gorros y con gafas de filtro solar. Las quemaduras en los bebés de menos de un año deben tratarse en los servicios de urgencia y suelen ser motivo de deshidratación, por lo que es importante administrar al pequeño agua o zumos para reequilibrar el sistema.

Los médicos recomiendan los baños de agua tibia para enfriar poco a poco la dermis, el uso de una loción de calamina libre de antihistamínico sin frotar y de manera ligera; evitar el uso de cremas médicas; si la temperatura está por encima de 38 grados, se recomienda el uso de paracetamol, pero ningún medicamento debe ser administrado sin consultar previamente al pediatra y si la quemadura va acompañada de fiebre, debe acudir sin ineludiblemente al médico.

Protección con gorros y gafas solares

Los pediatras y dermatólogos advierten que los niños deben estar siempre resguardados de la incidencia de los rayos bajo la sombra; es mejor que estén vestidos con ropas de tejido ligero, para evitar el excesivo calor, pero de colores oscuros y seca, para evitar precisamente que cojan frío. El uso de gorros y gafas de sol, estas últimas que bloqueen al 100% los rayos UVA, debe ser obligatorio, así como aplicar los filtros solares superiores a 50 media hora antes de salir al aire libre y llevar a cabo recordatorios cada dos horas.