Paquita denuncia ante la ministra Robles la inacción en el incendio de Losacio, Zamora: "Nadie ha hecho nada"

En Zamora, el fuego está estabilizado y todos los desalojados ya han vuelto a sus casas. Llega el momento de hacer balance, de valorar las inmensas pérdidas. El pánico para los vecinos se hizo eterno puesto que durante 60 horas seguidas vivieron un auténtico infierno. Uno de ellos, Ángel Martín, un agricultor de Faramontanos de Tábara, luchó como un héroe contra las llamas para salvar su localidad.

Muchos residentes abandonaron sus domicilios con el fuego en la puerta y otros decidieron quedarse para proteger, manguera en mano, sus campos y sus ganados para evitar que fueran arrasados por las llamas.

En el municipio zamorano de Sesnandez de Tábara tuvieron que huir con lo puesto y, a su regreso, se han encontrado con que se ha perdido el 100% de las cosechas. Uno de los agricultores se ha quedado sin 170 hectáreas de cereal que estaba a punto de ser recolectado.

Los campos han quedado devastados por un incendio que ha llegado a calcinar 2.000 hectáreas a la hora.

Paquita recrimina a la ministra Robles la inacción en la zona

El paisaje es deprimente por todo Losacio, Zamora. Llegamos a Escober, una zona que todavía preocupaba hace 24 horas. "De ver verde a ver ceniza", resume un vecino.

Fueron 60 horas de fuego inextingible en algunos tramos, hubo que dejar que arrasara. "Técnicamente, huimos. No nos evacuaron", apunta un residente, mientras otro hombre detalla la gran velocidad a la que iba el fuego.

Juan Picos, ingeniero forestal, explica que "cuando tenemos grandes incendios, con una cantidad de energía enorme, muy próximos, obviamente existe una interacción".

Si juntamos los fuegos de la Sierra de la Culebra y el de Losacio, son más de 52.000 las hectáreas arrasadas. El último supera las 35.000, un nuevo récord. Por ello, Paquita recrimina ante la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante su visita en el centro de mando, que "ya teníamos que estar preparados para lo que se nos avecinaba. Y nadie ha hecho nada, nadie". El fuego retroalimentado era imparable.

"Han sido dos choques de trenes. Tenemos el cambio de las condiciones climatológicas y el abandono de actividades agrarias, ganaderas y forestales. Nos encontramos con una mayor cantidad de vegetación", puntualiza Juan Picos.

Así se forman los incendios de sexta generación como este. Ahora se trabaja en mantenerlo estabilizado.