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El dueño de un bar de Palma ha sido detenido por grabar a mujeres en el cuarto de baño utilizando un sofisticado sistema de grabación que empleaba una cámara oculta tras la etiqueta de una botella de agua con el objetivo de registrar imágenes íntimas de las clientas.
Con hasta 38 víctimas en un solo día, el hombre tenía en su poder 44 tarjetas de memoria con cientos de horas de grabación.
En una nota de prensa, la Policía Nacional ha explicado que el detenido, de 42 años, disponía de dos dispositivos de grabación ocultos en botellas de agua que se comercializan en ese formato para lograr captar imágenes sin que se percate la persona grabada, ya que la cámara capta perfectamente la imagen y el sonido a través de una etiqueta especial que simula ser la de una marca de agua mineral y el líquido que contiene hace invisible la propia cámara.
El presunto autor de estas grabaciones, además, llevaría al menos dos años colocando estos aparatos en el baño femenino para captar imágenes cuando las mujeres entraban. Fue una de ellas la que, de forma casual, descubrió la cámara oculta, entregándola a la policía, relatando lo ocurrido y detallando que ya en 2020 localizó otra botella igual de la que se deshizo, según su versión.
En el sofisticado sistema de grabación que había instalado el dueño del bar, la cámara oculta, además, se activaba por movimiento, de tal modo que cada vez que una mujer entraba en el aseo, comenzaba a funcionar. Además, contenía una tarjeta micro SD, en la que almacenaba las imágenes captadas.
Analizando las tarjetas SD, con más de un centenar de archivos, comprobaron que hasta 38 mujeres distintas habían quedado retratadas por la cámara y que, además, cada pocas pistas de grabación aparecía una y otra vez un mismo varón a comprobar el correcto funcionamiento del aparato.
Constatando que se trataba de uno de los socios de la empresa, los investigadores procedieron el martes a su detención, incautando todo el material del que disponía tanto en su vivienda como en el bar.
Concretamente, en el bar tenía las dos botellas de agua citadas, una aún con la cámara, en esta ocasión ocultas tras la barra, y en su vivienda un portátil donde al parecer accedería al contenido de las grabaciones. Además, también poseía otras 44 tarjetas de memoria adaptadas para su uso con la cámara, la mayoría de 32 gigabytes.
La Policía Nacional estima que el detenido podría tener cerca de 5.000 vídeos de las imágenes íntimas de mujeres en el baño. falta de un análisis pericial del material intervenido, señalan que no hay por el momento indicios de que haya compartido las grabaciones con terceros, por lo que en un principio ‘solamente’ se le imputa un número aún por determinar de delitos de descubrimiento de secretos.