Alerta en las playas de Cádiz por la proliferación del pez araña: qué hacer en caso de picadura

Con las fuertes temperaturas que tenemos en España no queremos fastidiar a nadie, pero las personas que se encuentran disfrutando de sus vacaciones en las playas de la costa de Cádiz deben estar alerta ante la proliferación del pez araña, que está compitiendo con las medusas este año como el enemigo número uno de los bañistas.

Hasta 70 personas tuvieron que ser atendidas en un solo día por la famosa picadura de este pez araña en la playa del municipio gaditano de Chiclana de la Frontera. Los peces araña suelen enterrarse y camuflarse bajo la arena cuando desciende la marea. Su tamaño oscila entre los 15 y los 45 centímetros, según la especie.

Por eso, es muy fácil llegar a pisarlos y que nos piquen sin que nos percatemos de su presencia. Obviamente, la zona más habitual de picaduras es la planta del pie.

En principio no es grave, pero sí resulta bastante incómodo. José Manuel González, responsable de Cruz Roja en Chiclana, explica que "estos días está habiendo un repunte de la picadura del pez araña". Sin embargo, ha hecho un llamamiento para no alarmar a las personas puesto que es una situación "normal en nuestras costas en años anteriores".

¿Qué hacer si nos pica un pez araña?

González dice que sabremos que nos ha picado porque vamos a sentir en un principio un fuerte dolor en la extremidad afectada, además de un quemazón y cierto adormecimiento. "Es una picadura bastante dolorosa", subraya.

El único tratamiento contra esta picadura consiste en aplicar agua caliente a unos 45 grados durante 30 minutos y, sobre todo, evitar el contacto de la piel con algo frío. González indica que la toxina se va con el calor.

Los expertos detallan que no se deben practicar torniquetes con la intención de retrasar la difusión del veneno en el organismo, ni tampoco se debe practicar un corte o incisión ni intentar extraer el venero por succión sobre la herida.

Es importante que, tras aliviar el dolor, se acuda a que nos vea un especialista sanitario. La picadura, en casos extremos, puede llegar a provocar náuseas, mareos o incluso un 'shock' anafiláctico.