El pequeño Oliver se someterá hoy a una nueva operación para extirparle completamente su tumor cerebral

Oliver, el niño de dos años cuyos padres viajaron con él desde México a Barcelona para que pudiese recibir atención médica urgente y ser operado de un tumor cerebral, será sometido hoy a una nueva intervención quirúrgica para terminar de quitarle el 10% de tumor que quedaba por extirpar. Será en el hospital Sant Joan de Déu, nuevamente, donde le será practicada esta cirugía.

La operación se produce casi cuatro meses después de la primera, que se resolvió en noviembre de forma exitosa tras 10 horas de complejo y laborioso trabajo. Entonces, los especialistas lograron extraer el 90% del tumor “del tamaño de una mandarina” que presentaba.

Ahora, tras todo este tiempo, en el que el pequeño no ha dejado de estar en seguimiento, rodeado también por nutricionistas y pediatras, ya está preparado para esta segunda intervención para culminar con la resección del tumor, un ependimoma.

Cuando Oliver llegó a Barcelona con una hidrocefalia, se encontraba “en una situación próxima al colapso sistémico”, en palabras del jefe del servicio de Neurología del hospital barcelonés, José Hinojosa, que encabeza el equipo que hoy culminará definitivamente la operación.

“La particularidad de su caso se constata primero en el enorme volumen de este tumor, muy extenso, muy avanzado, pero también, y sobre todo, porque es un tumor muy agresivo que invade extensamente, –como el papá y la mamá conocen–, el tronco del encéfalo”, explicaba tras aquella primera intervención exitosa en la que culminaron la resección del 90% del ependimoma.

Oliver recibirá un tratamiento de protonterapia tras esta segunda operación

Ahora, el objetivo es extirpar el 10% restante y después, cuando se recupere, será trasladado para recibir un avanzado tratamiento oncológico en la Clínica Universitaria de Navarra.

Tras la primera intervención, la quimioterapia que recibió Oliver funcionó: la porción de tumor restante no creció. Después de esta segunda, a lo que se someterá es a un tratamiento de protonterapia, algo que hasta hace poco no se realizaba en España, que financiaba tratamientos en países como Alemania o Suiza.

Más precisa y con menor toxicidad que la radioterapia, la protonterapia está especialmente indicada para casos como el de Oliver, en tumores de difícil acceso quirúrgico y cercanos a órganos tan sensibles a la radiación como el cerebro.

Con este avanzado tratamiento oncológico, tanto los médicos como los especialistas confían en que Oliver siga avanzando positivamente.

Oliver llegó a España "en una situación de extrema fragilidad"

Cuando llegó a España con una hidrocefalia su estado era tan crítico que había perdido prácticamente la movilidad y el habla tras empeorar de forma súbita. En México le sometieron a una primera operación “que estaba bien hecha, pero que no había sido eficaz”, tal como indicaba Hinojosa. Allí, a los padres no les garantizaron una atención rápida posteriormente y, además, al pequeño solo le dieron unas semanas de vida.

Fue entonces cuando, desesperados, los progenitores iniciaron una campaña que conmovió a todos a través de las redes sociales; una campaña que encontró su éxito cuando un empresario anónimo financió el traslado medicalizado del pequeño a España y el Hospital Sant Joan de Déu se mostró preparado para tratar el caso.

Así, en octubre del pasado año, el niño ingresó en el centro, donde en primer lugar decidieron implantarle una válvula “para tratar la hidrocefalia y durante unos días mejorar su situación general y sistémica de cara a poder llevarle a un quirófano con una cirugía compleja técnicamente para él”.

Cuando llegó al hospital, presentaba “una situación de extrema fragilidad”, con “una situación de afectación neurológica muy importante, con afectación de la movilidad y del funcionamiento de los nervios craneales y del tronco del encéfalo”. Estaba “próximo al colapso sistémico”, pero aquella intervención en el Sant Joan de Déu cambió todo para él, dando pronto sus primeros pasos otra vez, dibujando una enorme sonrisa de felicidad en sus padres.

Pronto, su situación neurológica mejoró, y ahora Oliver afronta un nuevo proceso para su recuperación. Los neurocirujanos culminarán su trabajo, que dará paso a otros especialistas encargados de cuidar de él y su familia.