De no poder abrir una cuenta bancaria a luchar contra el techo de cristal: la evolución de las mujeres en el sector laboral

Desgraciadamente, el papel de la mujer durante muchos años ha sido secundario en muchos ámbitos, viéndose doblegada al cuidado del hogar, los niños, etc. Pero han sido capaces de combatir a un patriarcado que les asfixiaba. En conmemoración a la primera lucha de sus derechos en una manifestación en las calles de Nueva York (Estados Unidos), se celebra cada 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer para que no se olviden todos los grandes logros que han conseguido ellas solas a lo largo de la historia.

Desde Rosa Parks; por no levantarse de aquél autobús, a Tarana; propulsora del movimiento MeToo. Por no olvidar a todas aquellas que se impusieron a un mundo de hombres como Frida Kahlo o la joven activista Malala. Así como Ana Orantes, quien puso voz y cara a la violencia de género en nuestro país.

Cuarenta y ocho años desde que comenzaron a cambiar las cosas en España, pero la brecha salarial no se ha destruido

En España, hasta 1975, con la instauración de la democracia, las mujeres no podían ir al banco a abrir una cuenta bancaria sin el permiso de sus maridos. Desde aquel histórico, y a la vez sencillo, día, han pasado cuarenta y ocho años, en el que el papel de la mujer ha pasado junto al de los hombres como protagonista. Pero aún sigue habiendo desigualdad en muchos aspectos, por ello, el Gobierno ha decidido aprobar una ley que obligará a la paridad de sexos en los órganos de decisión.

Desde el final de la dictadura de Franco, muchas cosas cambiaron en España, para las mujeres sobretodo financieramente, por fín pudieron obtener la libertad económica que durante tanto tiempo habían anhelado. Pero todavía no se ha llegado a una equidad plena. En 2020, el salario anual medio de las mujeres era de 13.531,70 euros, mientras que el de los hombres se fijaba en los 18.491,70 €. Lo que refleja una importante brecha salarial entre hombres y mujeres del 12 % por hacer el mismo trabajo.

Además, esta diferencia anual, según los últimos datos ofertados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se debe, principalmente, a que las mujeres siguen dedicando más tiempo que los hombres a tareas domésticas no remuneradas. Según el mismo instituto, el 43,3% de las mujeres dedican más de dos horas al día a cocinar y realizar tareas del hogar. El 42,5% de los hombres dedica solo una hora diaria. 

“La independencia financiera nos da libertad a la hora de construir nuestro proyecto de vida, nos permite tomar decisiones propias sin estar sujetas a la aprobación de un tercero que sea de alguna manera el proveedor del dinero. Por eso es tan importante conseguirla. Y aunque sabemos que queda un largo camino por recorrer, durante los últimos años hemos hecho algunos avances”, aseveran desde el comparador financiero HelpMyCash.com.

En los últimos años ha crecido el número de mujeres trabajadoras

El número de mujeres trabajadoras también ha crecido en los últimos años gracias a las continuas luchas contra el techo de cristal. Según las estadísticas, en 2009, la tasa de empleo en mujeres en España se situaba en el 56,8 % para mujeres de entre 20 y 64 años. En 2021, esta cifra aumentó hasta el 62,4 %. “Si hoy le preguntas a una mujer si se siente más o menos independiente financieramente hablando que otras mujeres de su familia, como su madre o su abuela, la mayoría responde que más; a lo sumo es igual de independiente. En pocos casos se ha visto involución en este punto, lo que nos muestra que algo hemos avanzado”, afirman las especialistas entrevistadas por el portal financiero.  

Sin embargo, frente a la pregunta de si creen que ganan lo suficiente para ser independientes, la mayoría duda. “Las respuestas más habituales son que su salario es suficiente porque comparten gastos con su pareja, de lo contrario, necesitarían ganar más”, explican desde HelpMyCash.com. 

Ahora, las mujeres ya no tienen que pedir permiso a nadie para nada, mostrando por ellas mismas que son capaces de igual o mayor medida que los hombres, a la vista está en la evolución vivida en los últimos 50 años en los que las mujeres pasaron de no poder abrir una cuenta bancaria sin la autorización de su marido a gestionar su dinero de forma independiente. Incluso, han empezado a incursionar en lo que antes era un mundo de hombres: la inversión.