Una familia de acogida de emergencia se hace cargo de bebé que quisieron vender en Sevilla

 Una familia de acogida se ha hecho cargo de la bebé cuyos padres quisieron vender nada más nacer en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, mediante un programa de acogida de emergencia al que están suscritas varias familias para casos muy concretos de menores en desamparo.

Según han informado a EFE fuentes de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, nada más decretar la Fiscalía de Menores de Sevilla que la recién nacida fuese entregada a la Asociación de Protección del Menor de la Junta, se activó el programa que hace que determinados casos no se deriven a centros de protección de menores, sino directamente a una familia que se encuentra en un listado oficial para situaciones de emergencia.

Hay familias de acogida urgente en todas las provincias andaluzas

La Junta dispone de una relación de familias en las ocho provincias y algunas están seleccionadas especialmente para hacerse cargo de bebés que, por diversas causas, queden en desamparo, mediante una acción solidaria que tiene una duración mínima de seis meses, prorrogables por otros tres y más periodo de tiempo en función de la decisión de las autoridades.

Para formar parte de este listado, hay que reflejar los intervalos de edad y las características de las personas menores que desean acoger, y se pasa a un listado que se activa para cada caso en concreto.

Por el momento, la bebé pasará con esta familia un tiempo indeterminado, que se podría prolongar de forma indeterminada, siempre con la seguridad de la Junta de que se encuentra en manos de gente que le da los máximos cuidados en todo momento.

Este caso se produjo hace unos días, cuando asuntos sociales del Hospital materno infantil Virgen del Rocío informó a la Policía Nacional del ingreso de una parturienta que había presentado documentación que al parecer era de otra persona.

Los cuatro detenidos habían planeado que una vez que esta mujer diera a luz a su bebé, este sería entregado a una pareja que no podía tener hijos a cambio de una elevada contraprestación económica.

En un principio, estas cuatro personas pretendían realizar un tratamiento de maternidad subrogada, donde las parejas que no pueden tener hijos contratan a una mujer para que geste a su bebé y se lo entregue posteriormente a cambio de una compensación económica, un tipo de maternidad que es ilegal en España.

Tras diversas gestiones, los investigadores tuvieron conocimiento de que el caso se trató por el personal sanitario como "embarazo mal controlado", dado que no constaban seguimientos ni pruebas anteriores.

En el historial clínico de la mujer figuraban registros de haber solicitado un tratamiento de fecundación 'in vitro' al no poder tener hijos, hechos que fueron relevantes para presuponer que se estaba haciendo pasar por otra persona.