El puerto de Las Palmas quiere echar del muelle a los barcos vivienda: "Es duro, no tengo otro sitio a donde ir"

Juan José ha recibido un requerimiento para abandonar el muelle deportivo de Las Palmas de Gran Canaria. Informativos Telecinco / Aridani González
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El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) aprobó en el desahucio administrativo y desalojo de las instalaciones del Centro Comercial Sotavento, situado en el Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria, y gestionado por la entidad Explotaciones Sotavento S.L. Informan en el vídeo Almudena Calvo y David Perdomo.

Decidieron dejar su vida en tierra firme para hacer de sus barcos su hogar. 70 personas viven de forma permanente en los pantalanes del puerto. 14 de ellos han recibido la orden de abandonar el muelle.

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Las autoridades de Las Palmas quieren evitar que el muelle se convierta en un barrio más de la ciudad. Para ello se justifican con la ley de puertos del estado donde se recoge los usos del dominio público portuario y entre ellos no está el uso residencial.

Los afectados pagan una media de 100 euros al mes por el amarre

Los afectados, que pagan una media de 100 euros al mes por el amarre, creen que es una medida ilegal y que nadie puede prohibirles pernoctar en sus embarcaciones. Algunos aseguran que si le echaran del puerto no podrían permitirse una vivienda en tierra firme por los altos precios de los alquileres

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Margarita enseña la pequeña embarcación en la que vive desde la pandemia en el puerto de Las Palmas. Por el amarre paga 630 euros cada seis meses con luz y agua, lo único que podía permitirse con su pensión de 600 euros. "Tuve que adaptarme, nunca pensé en vivir en un barco", cuenta.

Hace unos días recibió una carta de la Autoridad Portuaria para dejar libre el amarre porque la autorización expiró a final de año y porque vive en el barco de forma permanente, algo que está terminantemente prohibido. Pero un barco no es una vivienda por muy pequeña que sea, dice.

Dicen que es una vivienda habitual y que el barco lo tengo quitar

Juan José también ha recibido el requerimiento para abandonar el muelle deportivo donde vive desde hace seis años. "Dicen que es una vivienda habitual y que el barco lo tengo quitar. Es un poco duro porque no tengo a otro sitio donde ir". La posibilidad de que lo echen le quita el sueño porque no puede permitirse un alquiler.

La Autoridad Portuaria teme que las instalaciones se conviertan en un asentamiento de infraviviendas y ha iniciado los trámites de desahucio de sus amarres de 14 personas. "Hay muchas personas que viven en el muelle", detalla. Dos se han ido y el resto han recurrido.

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