Carolina Marzá es madre de una niña trans: "Estamos felices de que la ley no les obligue a hormonarse"

Carolina y Cloe, en una foto tomada de su Instagram: @mama_de_cloe
Compartir

Para muchas personas, la infancia trans es toda una desconocida. Si no tienes a alguien cercano que la esté viviendo, resulta imposible alcanzar a entender cómo lo viven los niños y niñas, y también sus padres y madres. El desconocimiento es tal que genera odio y rechazo en la sociedad. Por eso son tan necesarios relatos como el de Carolina Marzá, una madre que desde hace 12 años lucha por los derechos de su hija Cloe. A través de su cuenta de Instagram, @mama_de_cloe, nos explica en primera persona y con una honestidad desbordante cómo ha vivido la maternidad con una niña trans. Se abrió la cuenta en 2011, sin saber muy bien qué era Instagram y la repercusión que tendría años más tarde. Ahora, tanto ella como Cloe se han convertido en referentes para para muchas familias con hijos e hijas transgénero.

"Cuando empezó Cloe no había referentes a esa edad en redes. Nos reunimos y pensamos: 'O nos escondemos o aprovechamos para contarlo. Quizá ayudamos o encontramos a alguien más en este camino". Estar en Instagram nos ha servido para hacer una comunidad durante todos estos años. He pasado muchas horas hablando con otras madres. Obviamente, hay mucho hate, porque es un tema muy controvertido, pero lo vivimos con naturalidad. Le hemos sacado algo más positivo que negativo, gracias a la cuenta de Instagram ha salido el libro y el documental", explica Carolina a la web de Informativos Telecinco.

PUEDE INTERESARTE

Esto es algo importante, porque tanto el libro, 'Una maternidad en transición' (editorial Grijalbo), que se presenta este mes, como su cuenta de Instagram, son una ventana al mundo de la infancia trans desde una perspectiva esperanzadora. Cloe es hoy una niña empoderada, con una adolescencia feliz, gracias a todo el camino que han realizado sus padres no sin trabas en el camino, pero sí con una mirada siempre en positivo. "Lo cuento en positivo porque creo que a mi me ha servido para crecer como persona y como madre. Para conocer y entender la diversidad, también cuestionar mi identidad para conocer la de los demás. Me ha hecho crecer, creo que muchas personas deberían tener cerca una disidencia de género para ver que no todo es tan binario, hay una escala de grises", añade.

PUEDE INTERESARTE

Escribir el libro ha sido una terapia para ella, y tal y como explica en el libro, ha vivido momentos muy duros. En todo el proceso tuvo que acompañarse de otras familias, psicólogas y sexólogas para entender lo que le estaba pasando a su hija. "Yo no conocía una infancia trans y, si no me hubiera tocado vivirla, podría haber pasado por la vida sin saber lo que es. Para mi ha sido complicado, igual que para mi familia, porque yo no sabía nada de identidad de género, nos hemos tenido que informar desde cero. Hay mucha desinformación, de ahí que yo haya querido escribir el libro". 

PUEDE INTERESARTE

La historia de Cloe

Carolina Marzá cuenta en su libro que vivió una especie de duelo. Primero nació su hijo Leo, pero conforme fue creciendo, ya desde bien pequeño, mostró interés por el género femenino hasta identificarse con una niña. Al principio no le daban demasiada importancia, pero todo fue a más con el tiempo. "Tenía frases muy duras como que quería morirse y volver a nacer niña. Es ahí cuando nos damos cuenta de que algo está pasando. No se reconocía cuando se miraba en el espejo". Ahora, cuando Carolina lo mira con perspectiva, siente que cualquiera en su lugar hubiera hecho lo mismo, informarse y acompañar a su hija de la mejor manera posible.

"El duelo que yo viví lo comparo con la muerte de mi padre. Me tuve que despedir de Leo y dar la bienvenida a Cloe. Romper con lo anterior. Tu forma de relacionarte cambia completamente, tienes que cambiar todo. Inscribí otra vez a una hija en el registro civil y me despedí de la maternidad de mi hijo, hice un ritual. Sé que es difícil de entender. Yo soy mucho mejor persona y he aprendido a convivir gracias a todo lo que hemos vivido, sobre todo vivo con menos rabia".

Actualmente, la Ley Trans no permite a los jóvenes hormonarse ni hacer un cambio de sexo, pero sí deben demostrar para el cambio de nombre en el registro civil que ese niño o niña tiene una infancia estable. Concretamente, los menores de entre 16 y 14 años pueden cambiar su sexo en el registro siempre que acudan acompañados de sus padres o tutores legales, mientras que entre los 12 y 14 años necesitarán autorización judicial. En este sentido, los menores de 12 años no pueden cambiar su sexo en el registro, pero sí su nombre en el DNI. Así es como lo hizo Carolina con su hija Cloe, un paso que para ellas fue muy importante en la transición. "Estamos felices de que la ley no les obligue a hormonarse, porque no es necesario. Solo pedimos respeto y que ellos puedan hacer su camino. Lo que pasa es que cuesta muchísimo entenderlo como sociedad", expresa.

"Es un camino muy largo y hay que ponerse un paraguas. Hay que hablar mucho con los hijos, no cuestionar y dejar fluir sin juzgar, es muy básico en cualquier maternidad, no solo en la trans"

Los primeros años de escolarización no fueron fáciles

"Primero se inició un proceso de transición solo nosotros en casa, hablamos mucho con ella, y luego ya en segundo de primaria empezó siendo Cloe. Lo más importante es que empezamos a tratarla con el género adecuado. Y cambiamos el nombre en el registro para que pudiera ya ir al colegio con el nombre de Cloe". Esto no fue fácil obviamente, Cloe sufrió bullying tal y como cuentan en el documental del 2021, 'Soy Cloe. Existo'. Cambiaron de escuela varias veces porque no la trataban bien. Ahora ya en Segundo de la ESO, Cloe es una adolescente que saca buenas notas y está feliz. Esto concuerda con los datos aportados por el gobierno de España en el BOE. Según dicen, el 63 % de las personas trans encuestadas en España manifiesta haberse sentido discriminadas en los últimos doce meses. También preocupa la discriminación en ámbitos como el acceso a la salud y los servicios sociales (el 39 % explica que han sido discriminadas por el personal sanitario o de los servicios sociales) o el educativo (el 37 % afirma que ha sufrido discriminación en el ámbito escolar).

Uno de los principales miedos de las familias con infancias trans es precisamente la discriminación y el odio. "Sufrimos mucho rechazo social, tenemos que conquistar espacios sociales de nuevo, tienes miedo a que le hagan daño, se vive con mucha ansiedad y dolor", subraya Carolina. 

Por eso, ella ofrece algunos consejos para esas familias que se encuentren solas en estos momento. "No hay que precipitarse cuando son pequeños, el tiempo lo pone todo en su lugar. Los niños te van indicando el camino. Si solo es una fase, lo verás, si no pues verás que se sostiene en el tiempo. Hay que informarse mucho y acercarse a otras familias para sentirse arropado. Es un camino muy largo y hay que ponerse un paraguas. Hay que hablar mucho con los hijos, no cuestionar y dejar fluir sin juzgar, es muy básico en cualquier maternidad, no solo en la trans". 

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.