Accidentes por hundimiento: ¿qué debemos hacer cuando el coche se convierte en una cárcel?

Coche sumergido en río
Imagen de recurso de un coche sumergido en un río. Policía Foral de Navarra
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El trágico accidente ocurrido la tarde del miércoles cuando un coche cayó al canal del río Ebro en Tarragona donde murió una niña de tres años y un menor de cinco se encuentra herido grave, hace tener presente las recomendaciones por parte de los expertos sobre qué hacer en este tipo de situaciones.

Si el vehículo cae al agua desde cierta altura es importante minimizar el impacto colocando las manos sobre los extremos laterales del volante en la posición horaria 9.15. De ese modo, si el airbag del conductor se activa, los brazos no golpearán directamente en la cara del conductor por la fuerza de la explosión.

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En datos de la DGT, un coche que cae al agua tarda entre 30 segundos y 2 minutos en hundirse, un margen de tiempo relativamente corto.

Pasos a tener en cuenta para actuar con rapidez

Cuando un coche se encuentra rodeado de agua o a punto de sumergirse, este se puede convertir en una cárcel por lo que es necesario tener una serie de pasos claros para actuar con rapidez.

Si nos encontramos en el interior del vehículo cuando nos sorprenda el agua y no podemos salir por la puerta del coche debido a la fuerza del agua, podemos intentarlo por la ventanilla del parabrisas. Aunque no se podrá romper, si presionamos con los pies podremos desencajarlo, pero esto puede llevar más tiempo del que se tiene por lo que es mejor centrarse en una de las ventanillas laterales.

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Para intentar escapar por la ventanilla y en caso de no poder bajarla, trataremos de romperla con un objeto punzante para salir por el lado contrario a la corriente y subirnos al techo del vehículo.

Martillo de emergencia

La mejor solución cuando se bloquea la ventana es tener cerca o guardado en la guantera un pequeño martillo de emergencia ya que objetos como la hebilla del cinturón de seguridad o el reposacabezas pude llevarnos demasiado tiempo para romperla. 

Con la corriente del agua los coches pueden girarse y es completamente imposible golpear con nada que no sea el martillo de emergencia. Por ello, es fundamental memorizar dónde lo guarda y tenerlo siempre a mano, incluso explicarles a los niños dónde está.

Una vez encaramado sobre el techo del vehículo, el siguiente paso es intentar nadar hacia un sitio seguro como la orilla más cercana o un árbol donde agarrarse. Es muy importante hacerlo siempre a favor de la corriente y en diagonal.

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