Los pueblos de montaña en España que vencieron al apagón eléctrico gracias a su propia red eléctrica: "No me enteré"
Los habitantes de varios pueblos de montaña de España han logrado resistir al apagón al contar con su red eléctrica propia: "Seguíamos haciendo vida normal"
La clave de estas localidades está en que activan un sistema de 'modo isla' por el que se desconectan de la red general y se abastecen con centrales propias
Última hora del apagón, en directo
Aunque parezca mentira, el pasado lunes, mientras España quedaba a oscuras, algunos pueblos remotos vivieron el día con total normalidad. Localidades enclavadas entre montañas, como las del concejo de Amieva en Asturias y el valle de Sajambre en León, no solo resistieron el apagón, sino que ni siquiera lo notaron, informan Noemí Bautista y Maía Fente.
"Estaban los informativos dando el apagón y nosotros decíamos, ¿qué apagón?", cuenta una vecina de uno de estos pueblos leoneses acostumbrados a quedar aislados por la nieve. Su desconexión física se ha convertido ahora en una fortaleza tecnológica.
Autosuficiencia energética
La clave está en su sistema de generación local: durante los meses de invierno, cuando las nevadas los dejan incomunicados, estos pueblos activan un sistema de 'modo isla'. Es decir, se desconectan de la red general y se abastecen con centrales propias, evitando cualquier dependencia externa.
"Seguíamos haciendo vida normal, podíamos hacer café, atender a la gente", comenta otra habitante, como si el ‘lunes negro’ hubiese sido solo una noticia lejana. "Es lo que tiene vivir en una zona de montaña, esta vez no hemos sentido el apagón", añade otra vecina, orgullosa.
Centrales locales, grandes resultados
El concejal del ayuntamiento de Oseja, Lorenzo Rivero, explica que "a consecuencia de los constantes cortes por las nevadas, hay varias centrales en el valle". Una de ellas, en Amieva, puso en marcha un generador que permitió “funcionar simplemente en isla y generar tensión para los municipios de la zona”, según Sergio Guerrero, jefe de explotación de zona norte de Altano-Hidro.
Estas instalaciones dieron cobertura a unas 500 personas que viven en estos enclaves. ¿El resultado? El apagón apenas se notó. "Ni cinco segundos duró aquí… yo, vamos, no me enteré", confiesa un vecino.
La batería que lo cambió todo
En Valdáliga, Cantabria, también resistieron sin pestañear. Desde hace cinco años, viven libres de cortes gracias a un sistema de baterías de litio que acumulan energía suficiente para mantener el suministro.
"El día que se va (la luz), automáticamente las baterías meten la luz", explica el alcalde, Lorenzo Glez Prado. Estas baterías, alojadas en un gran contenedor, se convirtieron en la salvación de los vecinos durante el apagón nacional. "Como si no hubiese ocurrido absolutamente nada", dice uno de ellos, orgulloso de pertenecer al pueblo más enchufado de España.
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