El Tribunal Supremo absuelve a un hombre que intentó matar a un médico en Toledo: lo exime de cárcel por su dependencia de las drogas

Archivo - Imagen de archivo de la sede del Tribunal Supremo.
Archivo - Imagen de archivo de la sede del Tribunal Supremo.
  • El hombre golpeó con un palo al médico, amenazó a su madre y a los guardia civiles con un cuchillo y dañó el coche de los agentes

  • El acusado, dependiente de las drogas, tendrá que indemnizar con 950.000 euros al médico al que atacó y dejó con grave secuelas físicas

  • El alto Tribunal avala que se imponga al acusado permanecer, un máximo de 15 años, en un centro de desintoxicación, sin ingresar en la cárcel

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MadridEl Tribunal Supremo ha ratificado la absolución de un hombre diagnosticado de un trastorno de personalidad límite al que se acusaba de intento de asesinato al médico que acudió a su casa. El Alto Tribunal ha explicado su decisión por el eximente de intoxicación plena a causa del consumo de alcohol y drogas.

En la sentencia, del Supremo con dos votos en contra de los cinco integrantes del Tribuanl, se explica que en sus hechos probados el acusado se encontraba en dicho estado de intoxicación no es posible modificar la absolución.

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Los hechos ocurrieron en junio de 2018 cuando el acusado pegó a su padre un puñetazo en el ojo derecho sobre las tres de la madrugada después de "haber consumido una cantidad no determinada de alcohol y otras sustancias estupefacientes"; le profirió "continuos gritos e insultos" además de varios golpes. La madre avisó al 112 ante "el estado de extrema agresividad" de su hijo.

Al recibir la llamada, un médico y una enfermera se presentaron en el domicilio. Cuando la madre del acusado abrió la puerta el hombre "salió violentamente de la vivienda, portando un palo de madera de grandes dimensiones".

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Según la sentencia, el hombre golpeó "repetidamente" en la cabeza al médico "con la intención de acabar con su vida", "sin pronunciar palabra alguna", "sin darle tiempo a reaccionar o siquiera huir, de forma súbita y repentina y sin apercibirse de la condición de médico" de la víctima.

A raíz del ataque, el sanitario "cayó desplomado e inconsciente al suelo". El acusado continuó golpeándole al tiempo que le decía que "le iba a matar, que no se hiciera el muerto, y que a él no le engañaba". La enfermera logró resguardarse en el coche.

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El hombre amenazó a su madre y a los guardia civiles con un cuchillo y dañó el coche de los agentes

La Guardia Civil llegó luego a la casa, en la que encontró al acusado gritando e increpando a su padre, a quien le decía que "le iba a matar". Los agentes intentaron calmar al hombre, pero éste buscó un cuchillo de grandes dimensiones con el que amenazó de muerte a su madre y a los guardias civiles. También acuchilló el coche del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) y el del Instituto Armado.

El acusado no soltó el cuchillo hasta que una de las agentes disparó al aire para amedrentarle; no obstante, éste comenzó a "reírse" y amenazó con buscar una "fusca" que tenía. Ante el temor de que se hiciera con una pistola, los guardias civiles intentaron resguardarse, pero el hombre les persiguió. Finalmente, llegaron refuerzos y entre todos lograron reducirle --aunque recibieron varios golpes en la maniobra-- para llevarle a urgencias.

Como consecuencia del ataque, el médico sufrió un traumatismo craneoencefálico grave y un traumatismo maxilofacial, además de hematomas, hemorragias y fracturas. Estuvo en neurorehabilitación desde septiembre de 2018 hasta enero de 2020 y requirió una cirugía traumatológica y ortopédica.

El sanitario sufrió múltiples secuelas que le han supuesto "una pérdida de la autonomía para realizar actividades esenciales", así como la pérdida de toda posibilidad de realizar una actividad laboral o profesional que conllevó el reconocimiento de la incapacidad permanente en el grado de gran invalidez.

El padre del acusado, que no reclamó indemnización alguna, sufrió un traumatismo contuso ocular, así como fracturas y hemorragias medias que requirieron una intervención quirúrgica y tratamiento durante 120 días. Mientras que dos de los agentes sufrieron también lesiones varias sin secuelas.

La Audiencia Provincial de Toledo absolvió al hombre del delito de intento de asesinato

La Audiencia Provincial de Toledo absolvió al hombre del delito intentado de asesinato al aplicar la eximente de responsabilidad criminal de intoxicación plena, aunque le condenó a un máximo 15 años de internamiento en un centro de desintoxicación.

También le obligó a indemnizar al médico con 800.000 euros, a un agente con 150 euros y a la compañía dueña de uno de los coches afectados con 212 euros.

El sanitario, el Colegio de Médicos de Toledo, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Fiscalía recurrieron ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), que revocó parte de la sentencia para elevar la indemnización al médico a 950.000 euros.

El Colegio y la Junta volvieron a recurrir ante el Supremo al considerar que se había vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva al no haberse aplicado el delito de atentado contra un funcionario público (el médico). También alegaron que no debía de haberse aplicado la eximente de responsabilidad criminal al acusado por haber consumido alcohol y drogas.

El alto tribunal contesta que no es posible condenar al acusado por el delito de atentado contra funcionario porque en los hechos probados consta que éste fuera consciente de que la víctima era un sanitario. "Solo comete un delito de atentado quien es consciente de que la persona agredida es un funcionario y la Audiencia ha considerado acreditado que el acusado no lo advirtió", señala.

Respecto al segundo argumento del recurso, los magistrados afean que el Colegio de Abogados y la Junta excluyan "toda alusión a la tutela judicial efectiva" y pretendan convencer al Supremo de que el hecho probado no es compatible con la eximente completa.

El tribunal reproduce los hechos probados de la sentencia original y destaca en 'negritas' que el acusado "se encontraba en un estado de intoxicación plena por consumo de distintas sustancias".

"Con esa combinación de calificativos no se puede descartar la eximente completa", explican los magistrados, que además hacen referencia a los informes médicos que apuntan que el hombre estaba en un "estado de intoxicación grave, muy severa, de modo que no le permitía discernir entre el bien y el mal".

Asimismo, el Supremo recoge los informes forenses que concluyeron que no podía descartarse que el acusado sufriera también episodios psicóticos de tipo paranoide y trastornos de impulsos. Y asegura que es "imposible, sin añadir nuevas valoraciones probatorias, excluir la eximente completa".

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