Asturias

Los padres acusados de encerrar a sus tres hijos durante años en la ‘casa de los horrores’ de Oviedo se enfrentan a 25 años de cárcel

Los padres que vivían con sus tres hijos menores encerrados en casa desde la pandemia en Fitoria, Oviedo, almacenaban medicamentos
La denominada 'casa de los horrores' de Oviedo. Europa Press
Compartir

OviedoEl matrimonio que fue detenido en Fitoria, Oviedo, acusado de mantener encerrados durante casi cuatro años a sus tres hijos, –dos gemelos de 8 años y otro niño de 10 en el momento en que fueron encontrados–, se enfrenta a penas que, en su conjunto, suman 25 años y cuatro meses de prisión, según la solicitud de condena de la Fiscalía del Principado de Asturias por violencia psíquica y detención ilegal.

El Ministerio Fiscal, que ya ha presentado su escrito de conclusiones provisionales ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, apunta que desde el mes de diciembre de 2021 hasta el 28 de abril de 2025, los acusados, la madre de nacionalidad estadounidense, y el padre, de nacionalidad alemana, convivieron en la localidad en una vivienda unifamiliar con sus hijos menores de edad tras trasladarse a Asturias desde Alemania.

PUEDE INTERESARTE

‘La casa de los horrores de Oviedo’

Tras destaparse el caso con la intervención de las autoridades sobre el domicilio, donde encontraron a los menores sin escolarizar, entre mascarillas, medicamentos y con pañales, bajo un horario estricto para ir al baño y tiempo limitado para asomarse por la ventana, pronto se bautizó esa casa como ‘la casa de los horrores de Oviedo’.

En la vivienda únicamente figuraba empadronado el acusado, no constando ni la acusada ni los menores de edad en ningún registro público, incluidos escolar o la Seguridad Social.

PUEDE INTERESARTE

Durante todo el tiempo que permanecieron en la casa, los acusados, de común acuerdo, incumplieron los deberes de protección tenían sobre sus hijos y les privaron de sus necesidades educativas, sanitarias, emocionales y sociales.

De ese modo, encerraron a los menores en el interior de la vivienda y los aislaron de forma absoluta del mundo, negándoles el contacto con otras personas, tanto físicamente como por cualquier medio de comunicación. No conocían ni a familiares ni a ninguna otra persona que no fueran sus padres.

En todo ese tiempo, durante cuatro años y hasta investigar las autoridades el caso gracias a una denuncia vecinal, no salieron para nada al exterior, ni siquiera al jardín con el que contaba la vivienda, todo ello por el infundado temor que tenían los acusados, –y que habían inculcado a sus hijos en el marco de la pandemia–, a que se contagiasen de algo.

Los niños, sin escolarizar y sin seguimiento sanitario

Los acusados nunca escolarizaron a los menores en España. Aprendían por sí mismos o con la asistencia puntual de los progenitores, de forma que dos de los tres menores, con 8 años, cuando fueron encontrados, no sabían leer ni escribir.

De igual modo, los pequeños no tuvieron un seguimiento sanitario de su salud: la última vez que acudieron al médico fue en 2019 y eran los acusados los que se encargaban de diagnosticar y tratar sus problemas cuando surgían.

En el domicilio contaban con abundantes medicamentos, comprados sin la preceptiva prescripción médica.

La vivienda, entre cantidades ingentes de basura: los menores dormían en cunas

Por otro lado, los niños presentaban igualmente problemas de control de esfínteres, ocasionados por la utilización indebida y prolongada de pañales. La vivienda se encontraba en malas condiciones de habitabilidad, con un déficit importante de limpieza, con cantidades ingentes de basura y suciedad acumulada en diversas estancias.

Además, el mobiliario era inadecuado para cubrir las necesidades de los menores: los gemelos dormían en cunas, a las que habían roto los barrotes para entrar y salir libremente. Su hermano lo hacía en una cama de reducidas dimensiones para su edad. Los menores caminaban encorvados, con las piernas arqueadas, presentaban dificultades para subir y bajar escaleras y tenían la piel irritada y onicomicosis. Uno de ellos tenía un ligero encorvamiento. Al salir al exterior, una vez que se descubrió la situación en la que se encontraban, los menores se mostraron sorprendidos por cuanto les rodeaba.

Como consecuencia de estos hechos, los menores sufren distocia social, que supondrá un retraso en la incorporación a las relaciones sociales propias de su edad.

Las penas que solicita la Fiscalía para los padres de los menores

Por autos del 30 de abril de 2025 del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo se acordó la prisión provisional, comunicada y sin fianza de los acusados, así como la suspensión cautelar de la patria potestad, guarda y custodia sobre sus hijos, con atribución de las mismas al Principado de Asturias (Consejería de Derechos Sociales y Bienestar).

Por resolución de 6 de mayo de 2025 de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias, se declaró el desamparo de los menores y la asunción de la tutela por la entidad pública.

Por todos estos hechos, la Fiscalía considera que constituyen un delito de violencia psíquica habitual en el ámbito familiar de los artículos 173.2, párrafo 2º, y 57, y de tres delitos de detención ilegal de los artículos 163.1 y 3, 165 y 57, en concurso ideal con un delito del artículo 226.1 y 2. Concurre en ambos acusados, en el delito de detención ilegal, la circunstancia agravante de parentesco.

Así, solicita que se condene a cada uno de los acusados a las siguientes penas: Por el delito de violencia psíquica habitual, las penas de 2 años y 4 meses de prisión, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante 4 años y 6 meses; inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda y acogimiento durante 3 años y 4 meses; prohibición de aproximación a los menores a menos de 300 metros, a su domicilio, lugar de trabajo o estudio y cualquier otro frecuentado por los mismos durante 3 años y 4 meses; y prohibición de comunicación por cualquier medio, quedando en suspenso el régimen de visitas, comunicación y estancia que en su caso se hubiera reconocido en sentencia civil, hasta el total cumplimiento de la pena.

Por cada uno de los delitos de detención ilegal en concurso con un delito de abandono de familia, las penas de 7 años y 8 meses de prisión, con inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; prohibición de aproximación a los menores a menos de 300 metros, a su domicilio, lugar de trabajo o estudio y cualquier otro que sea frecuentado por los mismos durante 8 años y 6 meses; y prohibición de comunicación por cualquier medio, quedando en suspenso el régimen de visitas, comunicación y estancia que en su caso se hubiere reconocido en sentencia civil, hasta el total cumplimiento de la pena.

El Ministerio Fiscal solicita que los acusados, de forma conjunta y solidaria, indemnicen a los menores con 15.000 euros a cada uno de ellos por los daños morales sufridos, más los intereses legales correspondientes.