El enfado de Patricia Pardo ante los robos en un pueblo de Ourense arrasado por los incendios: "Es propio de alguien desalmado, sin corazón"
El pueblo de San Vicente de Leira fue arrasado por los incendios, pero sus vecinos tienen una nueva preocupación: los robos que se están produciendo en la zona
Los vecinos de San Vicente de Leira, en Ourense, desalojaron el pueblo tras el aviso de un taxista: "Nos dijeron que no iba a venir nadie"
Tres hombres han robado en San Vicente de Leira, un pueblo de Ourense arrasado por las llamas, que ha perdido el 90 % de las casas. Los vecinos del pueblo ahora tienen una preocupación más, evitar que les roben lo poco que les queda, porque han detectado que llega gente de fuera para coger forja, aluminio o hierro. Por ello, han tenido que organizarse en patrullas vecinales para proteger lo que queda en el pueblo.
Un equipo de 'Vamos a ver' se ha desplazado hasta la zona para ver cómo se encuentra el pueblo después de los incendios y hablar con los vecinos sobre los robos que han ocurrido estos días. Domingo y José explican los robos que han sufrido: "Además de llevarse lo poco que queda, que en algunos casos no tiene valor, otras cosas sí, porque tienen valor sentimental. Encima, en algunos casos llegan a usar la fuerza, han roto una puerta para conseguir unos objetos. La verdad es que da pena, por la impotencia que tienes al haber visto cómo se queman las casas y lo poco que queda se lo llevan".
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Patricia Pardo: "De verdad, no les da vergüenza, ni a ellos, ni a su familia"
Además, explican lo que han robado en sus casas: "En mi casa han robado porque han usado la violencia para entrar, y se han llevado todo lo que era para reciclar para usarlo en el pueblo, y nos están quitando las ilusiones".
Ante esto, Patricia Pardo comenta: "Se sentirán impotentes, muertos de dolor, porque al final es lo poquito que les ha quedado, pero es suyo. Es que no hay derecho, me da igual que sean personas necesitadas, me da exactamente lo mismo. Es propio de alguien auténticamente desalmado, sin corazón, ni un mínimo de misericordia. Por el amor de Dios, son pueblos que han quedado devastados, que hace dos días había personas temiendo por su vida, y se están llevando cuatro mierdas de aluminio, ¿para qué? De verdad, no les da vergüenza, ni a ellos, ni a su familia, ni a las personas que se lo vayan a comprar. Es horrible, me parece imposible que esto pueda pasar en España".
