Qué es la 'baratoflación': los alimentos más baratos, los que más suben de precio
Los precios de alimentos básicos como el aceite, los huevos o las patatas se han disparado hasta un 50% desde 2020
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Los precios siguen al alza, especialmente en los productos básicos, algo que ya se nota en el bolsillo de los consumidores. Desde el año 2020, alimentos esenciales como el aceite de oliva, los huevos, el café, las patatas, la carne o las judías han incrementado su precio entre un 30% y un 50%. Las razones principales, son la regulación por parte de los oligopolios y la especulación. Los productos que antes eran considerados económicos han dejado de serlo, y esta subida no solo afecta a los consumidores, también impacta a los propios establecimientos, ya que hacer una buena compra ya no está al alcance de todos.
'La mirada crítica' ha hablado en directo con Rubén Martínez, director del área de Ecologismo del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona, para analizar el fenómeno de la 'baratoinflación': “Cuando tenemos una inflación alimentaria prolongada, todos los hogares intentamos adaptarnos a esa subida. Lo que solemos hacer es sustituir alimentos de calidad por opciones más baratas, no queremos dejar de comprar huevos, aceite o patatas, pero optamos por gamas más económicas. Estas alternativas, sin embargo, no están exentas de inflación. En los últimos años, las gamas de bajo coste son las que más han subido. Esta estrategia de buscar siempre lo más barato no ha sido del todo buena, porque es precisamente lo que más se ha encarecido”.
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Rubén Martínez: "Afecta especialmente a las familias con menos ingresos, cualquier subida en los productos básicos supone un esfuerzo económico añadido"
Martínez explica que este fenómeno tiene dos grandes consecuencias: “Hay dos problemas. El primero es que afecta especialmente a las familias con menos ingresos, cualquier subida en los productos básicos supone un esfuerzo económico añadido. El segundo tiene que ver con la salud, cuando hacemos esta estrategia de buscar gamas de bajo coste, normalmente terminamos comprando productos ultraprocesados o con un valor nutricional mucho peor”.
Por último, el experto se ha pronunciado sobre el futuro de los precios de los alimentos básicos: “Hay debate sobre si la inflación va a continuar o si ya hablamos de algo estructural y que se va a quedar con nosotros. Lo que sí vemos es que hay problemas que ya no son coyunturales, sino estructurales, que hacen subir el coste de los alimentos. La inflación alimentaria se despega, y esos fenómenos, como las olas de calor o las sequía, están aquí para quedarse”.
