Asesinatos

Condenan a 23 años de prisión al joven que mató a su madre tras asestarle treinta puñaladas en la Nochebuena de 2022 en León

Alan Rubén, el joven declarado culpable de asesinar a su madre en Nochebuena en León. Europa Press
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LeónLa Audiencia Provincial de León ha condenado a 23 años de prisión a un hijo por el asesinato con alevosía y ensañamiento de su madre, a la que agredió provocándole más de 30 cortes, uno de ellos en el cuello y que acabó con su vida, en la noche del 24 de diciembre de 2022 en León.

La sentencia, emitida después de que un jurado popular considerara probado que el acusado actuó con alevosía y ensañamiento y descartara cualquier eximente por alteración psíquica, le condena además a seis meses de prisión por un delito de amenazas.

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El fallo judicial, comunicado este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, recoge que el joven -que por aquel entonces tenía 26 años- atacó a su madre, de 58 años, de forma sorpresiva y brutal, provocándole una hemorragia masiva tras un corte de 13 centímetros en el cuello, que fue mortal.

El crimen se produjo en el domicilio de la víctima, donde ambos se encontraban solos y al que el condenado acudió hasta en dos ocasiones en la noche del 24 de diciembre de 2022.

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Fuerte discusión

En el segundo intento logró acceder al interior tras insistir a una vecina para que le abriera el portal. Una vez dentro inició una fuerte discusión con su madre y la agredió con un objeto contundente -tipo jarra, jarrón o botella de cristal- que se rompió por la intensidad del golpe.

Posteriormente, la persiguió por la vivienda y le infligió múltiples cortes en la espalda, hombros, extremidades y cabeza antes de causarle la herida mortal.

En su veredicto, el jurado popular declaró por unanimidad que el acusado actuó con intención de causar sufrimiento innecesario, lo que agrava la responsabilidad penal por ensañamiento.

También se consideró probado que existía una relación conflictiva entre madre e hijo, y que este había amenazado previamente.

La defensa alegó que el acusado sufría trastornos mentales y solicitó la aplicación de eximentes por brote psicótico, trastorno disocial y consumo de sustancias. Sin embargo, los informes forenses concluyeron que tenía "capacidad de elección y facultades perfectamente conservadas" en el momento del crimen, y que comprendía la ilicitud de sus actos.

Por ello, la Audiencia Provincial ha condenado al joven a 23 años de prisión como autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con el agravante de parentesco; también a seis meses de cárcel por un delito de amenazas, y a indemnizar a la hermana de la víctima con 5.000 euros.

La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en un plazo de diez días.