La búsqueda de Mari Trini y su hija, desaparecidas en 1987: intentan encontrar sus cuerpos en la balsa de Berbés, Asturias
La mujer, de origen asturiano, y su bebé desaparecieron en 1987 en Matadeón de los Oteros, en León, lugar en el que residía la familia, tras denunciar malos tratos
Buscan a Maritrini y su bebé de 13 meses, desaparecidas en 1987, en el fondo de una balsa de Ribadesella, Asturias
La Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Policía Nacional han iniciado este martes el rastreo en la en la balsa de la bocamina, ubicada en la localidad de Berbés, en Ribadesella, Principado de Asturias, para buscar los restos de Mari Trini Suardíaz y su hija Beatriz desparecidas en 1987, en alguno de los vehículos que están sumergidos en el agua.
Fuentes de la Policía Nacional han confirmado a EFE que el despliegue del operativo en esta zona costera del oriente asturiano ha comenzado en torno a la 8:00 horas con la llegada de un gran número de vehículos y medios policiales y de la UME.
Sospechas de que los cuerpos estarían en el fondo de la balsa minera
El operativo, que podría prolongarse durante varios días, ha empezado a drenar la balsa, que tiene varios metros de profundidad, para extraer los coches que se encuentran sumergidos y en cuyo interior se sospecha que podrían estar los cuerpos.
Este rastreo se produce después de que el Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón accediera hace unos meses a reabrir el caso a petición de la Policía Nacional tras la localización de dos vehículos en el interior de la balsa.
Este hallazgo coincide con el testimonio de algún vecino que en su día aseguró que el marido de la mujer y padre de la niña de 13 meses había arrojado los vehículos desde un barranco tras la desaparición.
La mujer, de origen asturiano, y su bebé desaparecieron en 1987 en Matadeón de los Oteros, en León, lugar en el que residía la familia, después de que ella interpusiera una denuncia por maltrato.
Desde entonces, los investigadores trataron de localizar sin éxito los dos cuerpos en las dos residencias propiedad del hombre, la de Matadeón de los Oteros, en 2017, y en la de Berbés, en 2018, poco antes de que el caso quedara archivado provisionalmente.
Gran despliegue de medios para localizar a Mari Trini y a su hija 38 años después
En un auto fechado el pasado 28 de octubre, la juez del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón ordenó que se dispusieran "los medios necesarios para continuar con los trabajos" en la balsa de Berbés, "recabando la colaboración de cuantas entidades y organismos se estimen precisos".
Fue este mismo juzgado el que autorizó iniciar nuevas actuaciones el pasado mes de abril al considerar "lógico sospechar que en el interior de alguno de los vehículos hallados enterrados en el fondo de la balsa" pudieran encontrarse pruebas acerca de lo ocurrido.
La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional había informado al juzgado el pasado 15 de octubre del resultado de las indagaciones "apuntando la imposibilidad de continuar con las gestiones judicialmente acordadas por carencia de medios necesarios para continuar con los trabajos".
Ante esta circunstancia, el juzgado acordó que se recabara la colaboración "de cuantas entidades y organismos se estimen precisos" para que se dispongan los medios necesarios para continuar con los trabajos en la balsa, "en aras a realizar la búsqueda de restos humanos o cualesquiera otros que pudieran corresponder con las personas desaparecidas".
La UME ha movilizado un importante número de efectivos y de vehículos de distinto tipo, mientras que la Policía Nacional ha desplazado a agentes del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT), de la Policía Judicial y de la Científica, además de la Unidad Aérea para la utilización de drones.
El silencio de Antonio María da Silva, 'el portugués'
Antonio María da Silva, es un hombre de 81 años que actualmente reside en un asilo en Zamora. Está acusado de estar implicado en la desaparición de María Trinidad Suardíaz y su hija de 13 meses, Beatriz, quienes desaparecieron en 1987 en Asturias.
La razón por la que se le busca es que, según varios testimonios, Da Silva presuntamente arrojó unos vehículos a la balsa minera en Berbés (Ribadesella), y existe la sospecha de que los cuerpos de la madre y la niña podrían estar allí.
En cuanto a su situación judicial, Antonio María da Silva ya había sido detenido e interrogado en el pasado. Aunque afirmó en su momento que madre e hija se habían marchado a Portugal, su actitud hermética y la falta de colaboración han mantenido las sospechas sobre él a lo largo de las décadas. Ahora, tras 38 años de la desaparición, las autoridades han reabierto el caso gracias a nuevas tecnologías y testimonios.