'Nanysex', el ídolo de los pederastas

INFORMATIVOSTELECINCO.COM/AGENCIAS 17/06/2008 18:22

La red de pederastas era un círculo cerrado. Para protegerse, sólo intercambiaban el material entre ellos. Sin embargo, la avaricia por obtener más material pornográfico de menores es lo que llevó a la Policía a dar con ellos: uno de sus miembros contactó con otro pederasta ajeno al grupo para intercambiar material, el cual fue rastreado por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía.

Otra situación comprometida es la del propietario de la tienda de informática, PC Tunning, donde trabajaba 'Nanysex'. En una declaración por videoconferencia ha explicado que no denunció los hechos tras encontrar en 2003 una cinta en la que el detenido abusaba de un menor. Según dijo, no entregó la cinta a la policía para proteger a los menores.

Una versión que contrasta con la de 'Nanysex', quien dijo que el dueño del comercio le chantajeó con acudir a la Policía si no le daba cierta cantidad de dinero. La cinta en cuestión, en cualquier caso, permaneció oculta de 2003 a 2005.

Los padres no podían más

Durante el juicio, además, ha habido incidentes graves. Los padres no aguantaron la presión. Uno de ellos le propinó un puñetazo en la cara nada más entrar en la Sala. 'Nanysex' sufrió una brecha.

Se trata de Fernando G. quien mantuvo una estrecha relación con el acusado. En 2003, compartieron piso durante unos meses, periodo en el que el supuesto pederasta se hacía cargo de su hijo, uno de los menores que más vejaciones sufrió, tal y como certifican las fotografías y vídeos que se les incautaron.

El supuesto pederasta reconoció ayer que abusó del hijo de Fernando G. y de otros cuatro niños, de entre 1 y 3 años, valiéndose de su condición de canguro. Durante su comparecencia, se ofreció a someterse a la castración química si se demuestra su efectividad.

Gotas de sangre

Los padres de los pequeños tuvieron que rememorar la pesadilla vivida cuando conocieron que sus hijos habían sido víctimas de un grupo de pederastas, que les sometían a vejaciones inhumanas. Tras testificar, sus rostros reflejaban el dolor de tener que verse las caras con los procesados. Muchas de las mujeres salieron llorando y recibieron el consuelo de María del Mar Bermúdez, la madre de Sandra Palo, la joven brutalmente asesinada en mayo de 2003 a manos de tres menores y un adulto.

Una de las testigos señaló al tribunal que en una ocasión encontró "gotas de sangre" en el pañal de su hijo, mientras que otra contó que su niño presentaba sus zonas íntimas enrojecidas. Además, las madres de los niños que tenían mayor edad han notado en sus hijos "un cambio" en su actitud, como si hubieran "perdido la inocencia" que rodea a los niños. AGE