La capilla ardiente de Blanca Fernández Ochoa se instala este sábado en Cercedilla

  • Aún no hay informe preliminar porque la autopsia es complicada

  • Aguardan a saber si murió por una administración errónea o excesiva de su medicación

  • Se espera que el análisis toxicológico sea clave para determinar las causas de la muerte

No hay informe preliminar porque la autopsia es complicada y los forenses no establecerán la causa de la muerte de Blanca Fernández Ochoa hasta que no estén todos los resultados. Sobre todo, los de toxicología. Se trata de saber si su metabolismo reaccionó tras una administración errónea o excesiva de su medicación, voluntaria o involuntaria: es la tesis de los peritos.

La medicación de blanca, en el centro de las investigaciones

La medicación de Blanca ha estado en el centro de las investigaciones desde que supieron que llevaba cantidad suficiente para pasar muchos días fuera, y sin embargo no llevaba lo mismo de ropa y equipación de montaña. Eso alertó a la Policía y a la Guardia Civil, que la buscaban contrarreloj sabiendo que era una desaparición voluntaria de riesgo.

Cuando el cadáver fue encontrado, constataron que junto a la última compra que había hecho de embutido y agua estaba esa medicación. No saben calcular cuántas se tomó, y por eso es tan necesario el análisis toxicológico.

Los forenses también han determinado que podría llevar muerta incluso 10 días. Es lo máximo que pueden aproximar la data de la muerte. Significa que Blanca falleció pocos días después de llegar a los alrededores de La Peñota, donde el 4 de agosto fue encontrado su cadáver.

La capilla ardiente, instalada desde las 9:00 en Cercedilla

La capilla ardiente de la exesquiadora se instala este sábado en el tanatorio de Cercedilla a las 9:00 horas y permanecerá durante doce horas, tal como han informado fuentes municipales.

Se espera que los familiares esparzan sus cenizas en una ceremonia íntima en el macizo de Siete Picos, en la Sierra de Guadarrama, siempre y cuando el juez les de autorización para la incineración de sus restos.

"Blanca parece que en alguna ocasión le dijo a sus hijos que quería que esparcieran sus restos en Siete Picos. Lo queremos hacer en familia, con una bonita excursión entre risas, que era lo que Blanca le gustaba", ha explicado Lola Fernández Ochoa.