Una representante del sector de las residencias en el Congreso: "Ha sido un infierno, ha fallado el derecho a la sanidad universal"

  • La presidenta del Círculo Empresarial de Atención a Personas, Cinta Pascual, ha criticado que las administraciones los dejaron solos en medio de la pandemia

  • Pascual ha cuestionado que no se contara con las residencias y la falta de material cuando se decidió mantener a los mayores en los centros

La presidenta del Circulo Empresarial de Atención a Personas, Cinta Pascual, ha participado este viernes en el grupo de trabajo de Sanidad y Salud Pública del Congreso de los Diputados en una dura intervención en la que ha afirmado que “evidentemente, algo ha fallado” en el sistema, aludiendo a la alta cifra de muertos que se han registrado en las residencias de personas mayores durante la pandemia.

“Después de vivir tres meses el infierno que he vivido personalmente”, ha dicho Pascual -que se ha presentado como representante de 200.000 plazas de residencias en España, propietaria y empresaria de una pequeña residencia en un pueblo con 25 plazas- “no entiendo los discursos demagogos que he oído en foros, programas de televisión y en el Congreso de los Diputados”.

Para Pascual, durante este periodo de pandemia “ha fallado el derecho a la sanidad universal”. “Ha sido un infierno, y lo digo de verdad, porque realmente alguien decidió que no había camas de hospital para todo el mundo”. Pascual ha explicado que eso no ha pasado en toda España, pero sí ha sucedido donde ha habido colapso sanitario y ha pasado, afirma Pascual, porque cuando la transmisión comunitaria del COVID-19 era ya muy alta y se han cerrado las puertas el virus estaba ya dentro de las casas “y las residencias somos hogares”, ha explicado Pascual.

Esta profesional afirma que se les dieron unos protocolos de aislamiento -“aíslen a los que tengan tos o fiebre”-, pero advierte de que, ahora, cuando ya se están pudiendo hacer test, los resultados dicen que en las residencias hay una media de un 30% de infectados por Covid asintomáticos.

Cómo puede ser que ahora nos planteemos una desescalada sin haber hecho test a todos los residentes de residencias y al personal que trabaja en ellas”, ha cuestionado Pascual en su intervención. “El test es fundamental”, dice Pascual, para abordar una desescalada con seguridad.

Se tomó una decisión, se tiró para delante y no nos dijeron en qué nos estábamos metiendo

Sobre las decisiones de no hospitalizar a personas mayores de las residencias, Pascual ha afirmado que, en su opinión, estas decisiones se habrán tomado con criterios profesionales y que ella cree que las propias personas mayores habrían cedido las camas necesarias a sus hijos o nietos antes de pedirlas para ellos, pero ha reprochado que “esto no se ha preguntado”, ni a los mayores que viven en las residencias, ni a sus familias ni a los profesionales que trabajan en los centros. “No han preguntado a nadie. Se tomó una decisión, se tiró para delante y no nos dijeron en qué nos estábamos metiendo”.

Pascual ha insistido en que en las residencias había una crisis sanitaria con personas enfermas y se ha preguntado si “alguien, algún dirigente político, no sabía que esto era así”, si no se sabía que esta era una situación que las residencias no podían afrontar.

La presidenta del Circulo Empresarial de Atención a Personas ha presentado un informe con muchas de las llamadas de ayuda que se hicieron desde las residencias y que no han sido atendidas. Ha criticado que a sus trabajadores no se les hacían PCRs, que se los enviaba a casa con bajas de 15 días sin ni siquiera verlos, que veían como, poco a poco, se quedaban sin personal.

Pascual ha explicado que hizo llamadas a todos los gabinetes de ministros y que lo que se encontró fueron reproches entre comunidades y partidos políticos cuando éramos un sector que no queríamos reproches sino ayuda en un momento de crisis. Ahora se ve, ha dicho Pascual, que mantener a los mayores en las residencias no fue una buena decisión, pero en aquel momento, admite Pascual, quizá no se supiera, y reconoce que en otros países hicieron lo mismo, pero lamenta que no se atendieran ni las peticiones más básicas: “epis, médicos, enfermeras y tests”. “Qué se hiciera una valoración de las personas y que si a alguna se la pudiera salvar la vida, llevarla a un hospital”.

“Hay una imagen que no la borraré en la vida de mi memoria, ver a un médico entrar en una residencia y decir: mórfico, mórfico, mórfico”, ha relatado Pascual que afirma que ese día convocó una junta directiva al comprobar que les habían dejado solos, porque estaban condenando a las personas a morir y esto sería un drama.

“¿Será a los más vulnerables del sistema a los que dejaremos fuera si esto vuelve a pasar?

¿Es normal lo que hemos hecho?”, se ha preguntado Pascual en la comparecencia, “¿Será a los más vulnerables del sistema a los que dejaremos fuera si esto vuelve a pasar?”. “Esto ha sido un verdadero desastre, y si algo no toleraría el país”, ha advertido, “es que esto volviera a pasar”.

Pascual ha insistido en que no hubo “ni una llamada al sector” para decidir cómo se iba a gestionar la decisión de mantener a los mayores en las residencias. “Para mi”, ha lamentado, “no hubo ni transparencia, ni comunicación con el sector, ninguna”.

Para nosotros ha sido un drama”, ha explicado Pascual que ha querido insistir en que para ellos, las personas que han fallecido no eran un número, eran personas con las que en ocasiones llevaban años conviviendo.

“¿Ustedes se imaginan el dolor de los familiares viendo lo que salía por televisión”, le ha preguntado a los miembros de la comisión parlamentaria. “Ha sido doloroso hacer el final de vida de los mayores sin sus familias a nuestro lado”.

“Llamamos a Médicos sin fronteras para que nos enseñaran a hacer EPIs”

Pascual ha denunciado la falta de material que han sufrido. “Llamamos a Médicos sin fronteras para que nos enseñaran a hacer EPIs” ha sostenido Pascual que ha relatado como la administración más cercana, los pueblos, y la población ha sido la única que les ha ayudado con mascarillas caseras y buscando material en cualquier sitio.

He visto las caras del miedo, es normal”, ha contado Pascual aludiendo a los trabajadores de las residencias que veían venir a los médicos y a la UME con sus equipos de protección cuando ellos no tenían mascarillas ni EPIs. “Los veías con mascarillas, cascos y nosotros con bolsas de basura” ha lamentado Pascual que ha preguntado a los diputados si creen que su sector se merece el daño reputacional que han sufrido en esta crisis y ha criticado que lo único que pidieron al Gobierno es que les facilitaran el material y trabajaran conjuntamente con ellos. “No puedo entender que nadie nos echara una mano”, ha lamentado Pascual que ha defendido que “este sector que cuida no somos mercenarios. Somos empresarios, en su gran mayoría pymes”.

Material confiscado

La La presidenta del Circulo Empresarial de Atención a Personas ha relatado como su asociación hizo una compra conjunta de material de protección el 2 de abril que quedó confiscada en un aeropuerto porque se les informó de que no eran un sector esencial y que ese material tenía que ir para hospitales. “Lo habíamos pagado, queríamos las mascarillas, queríamos las batas”, ha enfatizado Pascual que sostiene que les dijeron que no habría un sólo documento oficial que acreditase aquello pero que ella tiene todos los correos de aquella confiscación de material.

Preocupados por los rebrotes de noviembre

Pascual ha alertado que las residencias están muy preocupados por posibles rebrotes de la enfermedad en noviembre y que para eso hacen falta tests, tanto para los residentes como para los trabajadores, para asegurarse de cómo está la situación en las residencias.

Necesitamos que se nos garantice que las personas vulnerables irán a los hospitales. Ahora se hace”, ha sostenido Pascual que ha reclamado una colaboración con el sector sanitario. “Que los médicos vengan a las residencias”.

Pascual ha reclamado, además, más financiación para el sector de los cuidados de las personas mayores porque la población está envejeciendo, que se incrementen las tarifas de las plazas públicas, porque hace falta dar más atención y mejor y pagar bien a los profesionales.

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