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¿Empieza a esbozarse una vida tras la pandemia? A pesar de que los contagios todavía descienden lentamente y los expertos siguen pidiendo cautela, algunas noticias de esta semana son elocuentes: un hotel medicalizado que cierra, una UCI libre de pacientes de coronavirus, la reapertura del ocio nocturno o el desplome de hospitalizaciones y muertes en los inmunizados.
Cuando ya hay 10 millones de vacunados con la pauta completa y una previsión de llegar al 70% de la población a mediados de agosto, España vislumbra una normalidad parecida a la de febrero de 2020, justo antes de que todo cambiara. Conciertos, movilidad, consumo: ¿qué hemos recuperado y qué nos queda por recuperar? ¿Qué tan lejos o cerca estamos?
Si hace un año avanzábamos del confinamiento estricto a la desescalada por fases, el comienzo de este verano ha supuesto el final de los toques de queda, una de las restricciones más frecuentes a lo largo de esta crisis sanitaria. Casi un mes después de que decayera el estado de alarma, la medida solo sigue vigente en Valencia, donde terminará el 7 de junio, mientras que en Baleares el Tribunal Supremo la anuló cuando estaba por expirar.
Tras el 9 de mayo, quedaron atrás también los grandes cierres perimetrales y en general todas las limitaciones a la movilidad. ¿El resultado? Hay más desplazamientos que después del primer estado de alarma, pero el nivel sigue por debajo de antes de la pandemia, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta finales de mayo.
En comparación a un día normal previo al coronavirus, el pasado 26 de mayo un 18,68% de la población abandonó su lugar de residencia durante las horas centrales del día, posiblemente para trabajar o estudiar, casi 10 puntos menos que el 18 de noviembre de 2019 (29,2%). El número de pasajeros de Ave y Larga distancia ha aumentado un 53,1% desde que no hay estado de alarma, según Renfe.
¿Hemos adquirido hábitos de movilidad en este tiempo? Posiblemente. Según la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB), hay más de 700.000 nuevos usuarios de bicicleta en toda España, así como más de 370.000 de patinete, mientras que una encuesta de Zúrich Seguros y Kantar revela que la costumbre de caminar regularmente aumentó un 20%.
Después de una caída del 12,1% el año pasado, el consumo de los hogares repuntará este año un 6,1% pero solo recuperará los niveles previos a la crisis en 2022, cuando está previsto que alcance el 6,8%, impulsado por el avance en la vacunación, los fondos europeos y un ahorro acumulado que el año pasado se multiplicó por dos.
Los datos corresponden al informe 'Situación Consumo', del banco BBVA, que estima que el consumo podría crecer entre 1 y 3 puntos porcentuales si ese ahorro es solo interpretado como "un incremento transitorio de la renta en lugar de mantenerlo como riqueza financiera". El segundo semestre de este año será clave, tras un primer trimestre con una caída del 1% provocada por el repunte de casos de la tercera ola y eventos meteorológicos como la tormenta 'Filomena'.
En tanto, la demanda de coches sigue lejos de los niveles precoronavirus, a pesar de un incremento interanual del 40% de enero a mayo de este año respecto a 2020, que es todavía un 36% menos que en 2019. Sí que hay más optimismo: según el CIS, la confianza de los consumidores en mayo llegó a 89 puntos, su mejor dato desde el mismo mes del año pasado, debido a una mejor valoración de la situación actual y más expectativas.
La evolución de la situación también es patente en las cifras de empleo. En mayo, el paro se redujo a 3.781.250 personas, un descenso de 3,31% respecto a abril y una caída histórica en el quinto mes del año desde 1996, cuando comienza la serie. Además, el crecimiento de afiliaciones a la Seguridad Social ya está en línea con los niveles de otros meses de mayo previos a la crisis.
A todo ello hay que sumar que el número de trabajadores en ERTE es el más bajo desde el inicio de la pandemia, con 542.142 personas protegidas. El descenso supone que más del 85% de quienes estuvieron acogidos al mecanismo —cerca de 3,6 millones— han regresado a la actividad, si bien las comunidades que más dependen del turismo siguen presentando cifras más elevadas.
En cuanto al comercio exterior, los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo señalan que las exportaciones de mercancías alcanzaron los 72.307 millones de euros en el primer trimestre de este año, casi un 8% más respecto al mismo periodo de 2020. El repunte está a tono con las cifras de los países del G20, que llegaron a niveles récord en los primeros tres meses de este año tras el desplome del anterior, según informó la OCDE.
Un empate sin goles entre España y Portugal supuso el viernes el regreso de los aplausos de verdad y 14.000 espectadores al Wanda Metropolitano. Un amistoso internacional con aire de prepandemia: el fútbol vuelve muy parecido a como siempre lo vivimos, sin sonidos enlatados. Los dos países aprovecharon para presentar su candidatura conjunta al Mundial de 2030, el año en que el coronavirus habrá cumplido una década.
Pero es el ocio nocturno, como ocurrió el año pasado con la desescalada, lo que más representa volver a la normalidad. Y aunque no hay unanimidad, Sanidad y las comunidades autónomas avanzan hacia la reapertura de discotecas y salas de conciertos, incluso con experimentos previos. En la línea que marca el ministerio de Carolina Darias (que apoyan Aragón o Navarra, pero no Madrid o Andalucía), los locales podrán abrir hasta las 2 de la mañana siempre que la incidencia acumulada esté por debajo de 50, en tanto que no habrá pistas de baile ni consumo de alimentos y bebidas de pie, condiciones que los epidemiólogos piden endurecer.
Los festivales de música toman nota, después de conciertos en interiores con miles de personas y a la espera de que las vacunas, los test de antígenos y hasta un pasaporte sanitario allanen el camino definitivo a grandes eventos masivos como los de antes, más allá de los formatos reducidos con los que han tenido que reinventarse.