Las estadísticas de criminalidad ofrecidas por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior no arrojan resultados que inviten al optimismo. En el informe se recogen las infracciones penales registradas en comunidades autónomas, provincias, islas, capitales y localidades con población superior a 30.000 habitantes, utilizando para ello los datos aportados por la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, la Ertzaintza, los Mossos D’Esquadra, la Policía Foral de Navarra y cuerpos de la Policía Local que facilitan datos para el ‘Sistema Estadístico de Criminalidad’. Y desgraciadamente, lo que concluyen los datos es que en el último año el número total de infracciones penales aumentó con respecto a 2017.
Concretamente, se recogen 2.131.424 infracciones por 2.045.784 en 2017; es decir, un 4,2% más; un crecimiento que no es extraordinariamente grande, pero que encierra conclusiones muy preocupantes y alarmantes.
Si ahondamos en la estadística con el fin de ser más específicos, la radiografía del crimen en España ha de reparar en primer lugar en un grave problema contra el que se intenta luchar cada año y ante el que, sin embargo, cada año se fracasa. La lacra de la violencia machista pervive en nuestra sociedad y lejos de reducirse, va en incremento. De acuerdo con los datos recabados, las agresiones sexuales con penetración han aumentado de las 1.387 a los 1.702; esto es, un 22,7%. Cifras para el bochorno que se suman a las de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual, con un incremento del 18,1% (11.692 frente a 13.811), así como a los tipificados como ‘resto de delitos contra la libertad e indemnidad sexual’, que, con 10.305 frente a 12.1009, también han crecido un 17,5%.
A este respecto, llama desgraciadamente la atención la estadística registrada en el País Vasco, donde especialmente se dispararon esas cifras, con un incremento del 37% de las agresiones sexuales con penetración y un 31% el resto de delitos contra la libertad sexual. En cómputo general, la comunidad autónoma experimentó un crecimiento del 7,7% en el total de delitos.
En otro orden, también levanta preocupación reparar en los números relativos a los secuestros que se cometen en España. Especialmente porque han experimentado un crecimiento del 17,4%. Fueron un total de 81 por los 69 de 2017. Algunos de ellos ocurrieron ante la atónita mirada de numerosos testigos, como el ocurrido en Estepona a las 22.30 horas de un 3 de octubre, con la Avenida de España repleta de gente. Entonces, un hombre se encontraba cenando tranquilamente en una terraza cuando varios encapuchados a punta de pistola y tras una persecución lograron secuestrarlo. La víctima era el narcotraficante Brian Martos Carmona, de 29 años, asesinado momentos después por un ajuste de cuentas.
Precisamente, y una vez más, el tráfico de drogas continúa también al alza. De 12.958 infracciones a 14.125, un incremento significativo del 9%.
A este respecto, en Andalucía, donde se han multiplicado los esfuerzos para atajar el asedio de los narcotraficantes, el incremento ha sido del 5,3%, y solo en el municipio de la Línea de la Concepción del 33,8%, contribuyendo a esa estadística global en la comunidad autónoma.
En este sentido, llama también la atención, de forma positiva, el descenso en el número de este tipo de delitos en las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, con -26,9% y -25% respectivamente.
Por otro lado, el resto de delitos que han experimentado un aumento en 2018 han sido: robos con fuerza en domicilios, con un 1,8%; delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, con un 0,9%; robos con fuerza en establecimientos y otras instalaciones, con un 0,6%; y los tipificados como el ‘resto de infracciones penales’, con un 9,3%.
En este sentido, particularizando en las comunidades autónomas, destaca Cataluña con un crecimiento del total de la estadística de criminalidad del 11,6%; Navarra, con un 9,9%; y País Vasco, como hemos citado, con un 7,7%. En la capital de España, por su parte, el total de infracciones penales experimentaron un crecimiento del 2%.
Por otro lado, brilla Extremadura con las tasas más bajas de delitos del país. Concretamente, el índice es de 24,7 infracciones por cada 1.000 habitantes.
En el otro lado queda la estadística que sí da motivos para el optimismo. Entre los delitos tipificados para los cuales se han recabado datos, cabe mencionar el descenso en el número de infracciones penales relativas a: la sustracción de vehículos, con una bajada de -15%; homicidios dolosos y asesinatos consumados, con -5,9% (307 frente a 289); homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, con -0,1%; robos con violencia e intimidación, con -1,8%; y hurtos, con -1%.
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