Cuatro individuos dan una paliza al vigilante de una piscina de Madrid por reprocharles su actitud incívica

  • Los cuatro le estaban esperando a la salida al final de su turno de trabajo en la piscina de San Fermín

  • Le dieron una paliza que le dejó con lesiones de importancia por todo el cuerpo

  • El sector de los vigilantes pide reforzar la seguridad y denuncian más agresiones durante la crisis

Eran cuatro y le estaban esperando a la salida, al final de su turno de trabajo como vigilante en una piscina municipal del barrio madrileño de San Fermín ubicada en la calle San Mario. Fue allí donde se ensañaron con él, dándole una paliza por el mero hecho de que el vigilante, de 27 años, instantes antes y en las propias instalaciones, les reprochase el comportamiento incívico que estaban teniendo y les instase a abandonar la piscina. En ese momento, los agresores le amenazaron, pero no quedó ahí.

A las 22 horas el joven vigilante finalizaba su jornada, y nada más salir, tal como informa el coordinador madrileño de Marea Negra por la Seguridad Privada, Rubén Gallego, los cuatro implicados le dieron una auténtica paliza, provocándole lesiones de importancia por todo el cuerpo, obligándole a causar baja médica sin que pueda asistir hoy a su puesto de trabajo.

Aumento de las agresiones durante la pandemia

Los hechos serán denunciados a la Policía, ha asegurado la asociación, que se queja de un problema recurrente cada verano, como es el de las agresiones físicas y verbales a vigilantes de seguridad, así como a socorristas y otros empleados en piscinas de algunos populosos barrios de la capital, y que, además, se está viendo incrementado en el marco de la pandemia.

Debido al coronavirus, desde las distintas piscinas de todo el país se han visto en la obligación de incrementar las medidas de restricción para evitar el contagio, algo que no todos parecen comprender pese a la gravísima crisis provocada por la COVID-19, que ya se ha cobrado 28.426 vidas según las cifras del Ministerio de Sanidad. Son muchos los que incumplen las medidas, ya sea por falta de costumbre o relajación, o porque intencionadamente hacen oídos sordos, y cuando especialmente a estos últimos les recriminan su actitud, a menudo se suceden los problemas.

En este contexto, en lo que llevamos de verano, y habida cuenta de que las piscinas abrieron el 1 de julio y no a finales de mayo, debido a la crisis del coronavirus, la asociación de vigilantes ha registrado ataques verbales, vejaciones y amenazas de muerte en las piscinas de Orcasitas, Aluche y La Elipa, aunque la más grave ha sido esta; la ocurrida ayer en San Fermín.

Este mes, en esta piscina se incrementó el personal con tres vigilantes respecto a los dos del año anterior, del mismo modo que en otras instalaciones también se ha aumentado la vigilancia.

Reclaman un refuerzo en la seguridad de las piscinas

En este sentido, Rubén Gallego denuncia también que muchas instalaciones tienen una vallas perimetrales muy deficientes y algunas personas se cuelan por allí, al tiempo en que otras no tienen circuitos cerrados de televisión para poder vigilar todo el recinto convenientemente.

Por todo ello, Marea Negra está invitando a todos los Grupos del Consistorio a que comprueben 'in situ' los problemas que surgen en las piscinas y "tomen nota y refuercen su seguridad y la de todos los bañistas".