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Un hombre de 59 años, vecino de L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, ha sido denunciado por agentes de los Mossos d’Esquadra del Grupo de Investigación y Documentación de la División de Tráfico al comprobar que estaba incurriendo en un delito continuado de falsificación documental para evitar el pago de multas de tráfico.
Concretamente, lo que estaba haciendo era identificar a un hombre que murió en 2016 como el conductor que cometía las infracciones, de tal modo que 'lograba librarse' de las multas por exceso de velocidad que acumulaba.
La investigación, concretamente, tuvo su inicio el 5 de mayo del pasado año, cuando el Servicio Catalán de Tráfico detectó, con el radar fijo ubicado en la carretera C-17, en el municipio de Parets del Vallès, Barcelona, el exceso de velocidad de un turismo de una reconocida marca de alta gama.
Cuando recibió la denuncia, presentó alegaciones identificando al conductor del vehículo en el momento de la infracción. El escrito llegó al Servicio Catalán de Tráfico, y fue allí donde comprobaron que esa persona que era identificada como conductor había muerto en 2016, razón por la cual el Grupo de Investigación y Documentación de la División de Tráfico de los Mossos d’Esquadra comenzaron su trabajo para esclarecer los hechos.
Tras una entrevista con el titular del vehículo, este intentó, –“de forma convincente”, tal como refiere el comunicado de los Mossos D’Esquadra–, hacer ver que se había equivocado en las alegaciones a la hora de identificar al conductor y que se haría cargo de la denuncia.
Sin embargo, las distintas pesquisas efectuadas determinaron que no era la primera vez que el hombre ahora denunciado incurría en delito. La persona que él identificaba como conductor tenía hasta 10 expedientes administrativos por exceso de velocidad a su nombre, ocho de ellos cuando ya había fallecido.
Además, en las fotografías del radar aparecían hasta 3 modelos de vehículos diferentes, y al comprobar la titularidad de estos automóviles se confirmó que todos estaban a nombre de una Sociedad Limitada ubicada en L'Hospitalet de Llobregat, propiedad de la persona denunciada que originó la investigación.
Analizando la relación del denunciado con la persona a la que estaba identificando como conductor, las autoridades comprobaron que la persona fallecida había sido cliente de una de sus empresas, y que en 2015 había hecho una serie de impagos.
Los hechos terminaron con una denuncia en el juzgado y un alzamiento de bienes contra el deudor que nunca liquidaría, ya que se encontraba en un lugar desconocido.
Por esa razón, y "como venganza", refiere el comunicado de los Mossos, cada vez que el infractor era denunciado por exceso de velocidad hacía constar los datos del cliente como conductor, sin saber que éste había muerto poco después de 2016.
Si bien el denunciado alegó su desconocimiento de que los hechos podían tratarse de un delito y que ya se haría cargo de los expedientes administrativos pendientes, tendrá que afrontar el proceso judicial iniciado a finales de enero por presunta falsificación documental, con una posible pena de hasta tres años de cárcel.