Detenida una persona relacionada con el narcosubmarino que llegó a Galicia

  • Siete detenidos implicados en la operación antidroga

  • Tres personas cruzan el Atlántico en un sumergible claustrofóbico

  • A bordo del submarino llevaban más de tres toneladas de cocaína

Una séptima persona ha sido arrestada en Lleida por su supuesta vinculación con el 'narcosubmarino' interceptado el pasado diciembre en la ría de Aldán, en Galicia, con 3.000 kilos de cocaína.

El arrestado está previsto que pase hoy a disposición judicial. Es sospechoso de participar en la organización de la descarga de la droga y dar apoyo en tierra a los tres tripulantes del narcosubmarino.

Los arrestados anteriormente están en prisión, acusados de un delito de tráfico de drogas.

El sumergible portaba 152 fardos de cocaína, aunque posteriormente los encargados de inspeccionar el sumergible hallaron en su interior uno más de unos 25 kilos.

Una operación internacional

Las investigaciones, en las que colaboraron agentes de Portugal, Estados Unidos y Brasil, comenzaron cuando el Centro de Análisis y Operaciones en materia de Narcotráfico (MAOC) alertó al Centro contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) de que la nave se dirigiría a España por el Atlántico cargada de cocaína.

Un temporal no permitió al submarino entregar la droga a una segunda embarcación y obligó a sus tripulantes a desplazarlo hasta la costa, donde provocaron su hundimiento y lo abandonaron.

Dicha maniobra fue detectada por una patrulla de la Guardia Civil con medios de visión nocturna. Los agentes lograron detener a una persona y horas más tarde se arrestó a otro traficante. Una tercera persona logró huir momentáneamente de las autoridades. En total, con el detenido ahora en Lleida, son siete las personas detenidas relacionadas con esta operación internacional contra el tráfico de drogas.

Cómo era el narcosubmarino

El sumergible es una obra de ingeniería que costó un millón de euros. Tres personas pasaron casi un mes en un espacio claustrofóbico de dos metros de ancho y en el que es imposible ponerse en pie.

Cruzaron el Atlántico rodeados por 22.000 litros de gasolina y más de tres toneladas de cocaína. Los dos marineros ecuatorianos iban a cobrar 90.000 euros cada uno por el viaje y el piloto, español, se llevaría alrededor de medio millón de euros.

La organización de narcotraficantes habría multiplicado por 100 su inversión si la droga hubiese llegado a buen puerto.