Luis Avial, experto en georradar, convencido de que “el Ángeles Alvariño ha pasado por encima del cuerpo de Tomás Gimeno 200 veces”

  • Un experto en georradar asegura que era imposible encontrar el cuerpo de Tomás Gimeno

  • Luis Avial cree que se podría incluso haber pasado por encima de sus restos sin detectarle

  • El Ángeles Alvariño cartografió un área de 250 kilómetros cuadrados

La búsqueda de Anna y Olivia, las niñas secuestradas y asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, mantuvo a todo el país en vilo esperando que la peor de las noticias no se confirmara. Desgraciadamente, el hallazgo del cuerpo de la pequeña Olivia confirmó el terrible crimen de violencia vicaria producido por Gimeno.

Durante más de un mes, el buque oceanográfico Ángeles Alvariño trabajó sin descanso para tratar de encontrar los restos del asesino y de su otra hija, Anna, cuyos cadáveres finalmente no pudieron hallarse.

El experto en georradar Luis Avial defiende el fin de esta búsqueda por la imposibilidad de encontrar algún resto más: "Es imposible encontrar el cuerpo de Tomás Gimeno, no se puede hacer nada”, comenta a La Razón.

Para Avial, a pesar del dolor hay que tratar de cerrar esta capítulo porque "no tiene sentido seguir buscando". El experto va más allá y asegura que es posible que el buque pasara en numerosas ocasiones por encima de los restos de Gimeno pero que no pudieran detectarse: "El barco ha pasado por encima de su cuerpo 200 veces, porque rastreó toda la zona. Pero si estaba a dos aguas era imposible detectarle. La señal podía haberle confundido con cualquier otra cosa."

Por último, señala otro de los problemas que tuvo la búsqueda de Gimeno: "Con tan poco lastre, tengo mis dudas de que hubiera llegado al fondo. Pero si así hubiera sido, con los gases provocados por la descomposición del cuerpo, se habría elevado y movido del sitio original y habría quedado a dos aguas, sin llegar a la superficie", explica.

El Ángeles Alvariño cartografió un área de 250 kilómetros cuadrados

El buque oceanográfico Ángeles Alvariño cartografió un área de 250 kilómetros cuadrados entre aproximadamente 100 y 2.000 metros de profundidad, y se filmaron 392 horas en las inmersiones del robot Liropus 2000, durante las semanas de búsqueda de las niñas de Tenerife.

Tras un mes de trabajos, el buque zarpó desde el puerto de Santa Cruz Tenerife rumbo a Cádiz, después de que el juzgado que instruye el supuesto doble asesinato de Tomás Gimeno a sus hijas Anna y Olivia diera por imposible obtener más hallazgos en el fondo del mar.

Durante sus labores, el buque encontró varios objetos relacionados con la desaparición de las menores. Tras hallar una funda nórdica y una botella de buceo, el Liropus 2000 encontró una bolsa en la que estaba el cuerpo de una de las dos niñas, Olivia Gimeno.

En una nota del Ministerio de Ciencia e Innovación, el director del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Javier Ruiz, explica que "localizar un objetivo de dimensiones tan pequeñas a unas profundidades oceánicas tan grandes supone sin lugar a dudas un hito mundial".

A su juicio, "este hito mundial es el resultado de la colaboración y coordinación estrecha y precisa entre los Ministerios de Interior y de Ciencia e Innovación".