Habla el agente que sacó a Julen: “Tuve un cierto alivio por haber terminado pero me enfureció el resultado”

Informativos Telecinco 28/01/2019 11:36

Nicolás Rando cuenta en declaraciones al Diario Sur que bajó tras la segunda detonación. “Es una sensación extraña, rara, bajar por un tubo de hierro. Yo me he metido en agujeros más estrechos y claustrofóbicos, pero aquello… Miras hacia arriba y piensas: Si pasa algo aquí…”.

Cuando los mineros, que trabajaban sin turno hasta que ya no podían más, llegaron a los 2,50 metros, se decidió que era el momento de que siempre les acompañara un Guardia Civil. “Si estaba vivo, para socorrerlo, y si no… para coger vestigios y hacer la inspección ocular. La esperanza nunca la perdimos», confirma Rando.

Cuando llevaban excavados 3,70 metros “hicimos una cata y vimos que la tierra era diferente. Mi compañero metió una cámara por el agujero que abrimos y vio al niño”. El mando del dispositivo reunió a guardias civiles, mineros y bomberos y les pidió que siguieran trabajando igual, con la misma discreción, porque la familia tenía que ser la primera en saberlo, cuenta el guardia civil.

En el siguiente descenso bajaron tres agentes del GREIM de Álora –Nico y dos más– y un minero. “Me tocó a mí”, reconoce Nico que fue el quien sacó a Julen. “Tuve sensaciones encontradas. Un cierto alivio por haber terminado el trabajo pero enfurecido por el resultado”.

Asegura que no le da vueltas porque han “movido tierra como para parar siete aviones, hemos conseguido llegar a él y lo hemos sacado. No estaba vivo, eso es lo peor. Pero lo hemos dado todo”, añade en sus declaraciones al diario Sur. Nico reconoce que le consuela “un poco” saber que la autopsia ha determinado que Julen murió el mismo día de la caída.

Rando explica que cuando dejó a Julen en la carpa, donde esperaban dos forenses, se derrumbó. Este agente cuenta que tiene un niño de cuatro años que durante los 13 días del rescate, cada mañana, cuando salía de casa para subir al pozo de Totalán, le preguntaba “Papá, ¿hoy vas a rescatar ya a Julen?”.

La primera noche tras sacar a Julen, el agente llegó a su casa a las seis de la mañana. Cuando llevaba dos horas durmiendo su hija llegó a su cuarto y le dio “dos tortas para espabilarme y despertarme. Ese día no me importó”.