Los Mossos han intervenido para evitar que los independentistas interceptasen la manifestación de Policía Nacional y Guardia Civil en reconocimiento a los agentes que participaron en la 'Operación Copérnico', el dispositivo policial del 1-O, y también han reivindicado la equiparación salarial de los cuerpos policiales.
Los Comités de Defensa de la República, los CDR, habían tomado la plaza de San Jaume para evitar el paso de policías y guardias civiles, quienes tuvieron el viernes a última hora que cambiar el recorrido de su marcha pese a tener permiso desde hacía un mes.
En este sentido, el presidente de Jusapol, Nathan Espinosa, ha manifestado el malestar tras la decisión de la Generalitat de autorizar a los CDR.
“No nos ha gustado que la Generalitat cediese al chantaje de la violencia de los que amenazan a reventar una manifestación y den prioridad a la gente que amenaza a los que legalmente solicitaron esa manifestación con 30 días de antelación", ha dicho.
En todo momento, los independentistas han tratado de interceptar a los manifestantes. Los antidisturbios han tenido que cargar en repetidas ocasiones para impedirlo, mientras policías y guardias civiles marchaban de forma pacífica.
No obstante, no han sido capaces de mantener la distancia entre ambos colectivos. Un cordón policial les separaba un par de metros cuando la manifestación llegaba a su fin en la Plaza de Cataluña, donde se han vivido los momentos más tensos.
La Policía autonómica catalana ha mantenido a duras penas a raya a los independentistas hasta que ha finalizado la manifestación, momento en el que se dispersaron policías y guardias civiles. Uno de estos pequeños grupos fue rodeado por otro muy nutrido de independentistas. Insultos, amenazas e intentos de agresión se sucedieron hasta que al final han logrado golpear en repetidas ocasiones en la cara a un manifestante.
El balance final, según datos de los Mossos, es de 24 heridos, cuatro de ellos trasladados a hospitales, seis detenidos y un identificado.