Para realizar este estudio se tuvieron en cuenta cuatro bloques de análisis: la visibilidad en horario diurno, en horario nocturno; la accesibilidad y el sistema de paso empleado.
El peor paso de peatones de Europa se encuentra en Milán, en la Vía Palestra, con una puntuación negativa en todas las categorías de seguridad. Por el contrario, el mejor paso de cebra se concedió uno que situado en Bt¡ratislava, en la intersección de las vías Klemensova y Dostojevského.
Desigualdad en España
Las ciudades escogidas para el análisis en España fueron: Sevilla, Madrid y Barcelona. De los 30 analizados, los resultados señalan que 4 son 'insatisfactorios'; 12 'aceptables'; 13 'satisfactorios' y 1 'muy satisfactorio'.
La primera cuenta con el mejor paso de cebra de España, en el Paseo de Cristóbal Colón en su intersección con el Puente Isabel II.
La ciudad mejor valorada fue Madrid. La capital destaca, sobre todo, por sus infraestructuras en accesibilidad, obteniendo la segunda mejor plaza de toda Europa.
Barcelona, por el contra, es la ciudad peor valorada, ya que de los 10 pasos analizados, sólo cinco consiguen un nivel de satisfactorio.
Algunas recomendaciones
Con respecto al mismo estudio realizado el año anterior se han sumado dos suspensos por lo que desde la RACE proponen algunas recomendaciones.
La movilidad peatonal ha de ser siempre objeto de una planificación específica y de actividades relativas a la proyección, que tengan la finalidad de hallar soluciones adecuadas para las necesidades de los peatones en materia de seguridad, es decir, tomará en consideración todas las interacciones con otros componentes motorizados y no motorizados implicados en la movilidad.
La buena visibilidad en todos los pasos para peatones debe considerarse como una de las normas de diseño más importantes que debe cumplirse.
En los pasos más largos, se deberá instalar isletas de refugio para prevenir situaciones potencialmente peligrosas e incrementar la seguridad de los peatones en los pasos.
Se deberá instalar señales viales altamente reflectantes y se adoptarán medidas adicionales de seguridad, como dispositivos diseñados especialmente para mejorar la visibilidad en horario nocturno.
Se deberá facilitar la accesibilidad para los peatones minusválidos (usuarios de sillas de ruedas) instalando bordillos enrasados con la calzada o, al menos, rampas con un gradiente mínimo que no supere el 8 por ciento.
Por último, los pasos para peatones deberá ser tema de las revisiones regulares de seguridad, con el fin de concretar los problemas y decidir las medidas que se han de elaborar para conseguir niveles de seguridad adecuados. RSO