La empresa que ha aportado la perforadora con la que pretenden hacer los túneles verticales para acceder al pequeño Julen se decida a grandes obras de ingeniería. Hace desde obras marítimas, hasta aparcamientos, las líneas del AVE o del metro.
Mait 260 es el nombre de la máquina, una perforadora de 75 toneladas y 2,5 metros de diametro. La empresa solo dispone de cuatro iguales. La que está subiendo hasta el pozo de Totalán estaba en Málaga en una obra.
A primera hora de la mañana, el camión que la llevaba hasta lo alto del cerro donde está el pozo en el que cayó Julen no ha podido subir la cuesta y se ha quedado parado en una carretera muy estrecha y con curvas. La broca gigante ya estaba esta mañana en su destino pero sin la perforadora nada se puede hacer.
El portavoz de los ingenieros que han diseñado el plan de rescate ha explicado que además de la perforadora Mait 260, otra que ha llegado desde la M40 en Madrid y mucha más maquinaria en puntos próximos por si hiciera falta utilizarla.
Esto podría retrasar aún más las obras para hacer los dos túneles con los que sacar a Julen, que permacene desde el pasado domingo a casi 100 metros de profundidad bajo un tapón de tierra.
Sus padres, a quienes la Guardia Civil ha vuelto a tomar declaración junto al pocero y al dueño de la finca, siguen sin moverse del lugar. Pasan las horas como pueden y cuando cae la noche intentan descansar algo en su coche. Ellos y quienes forman el operativo de rescate siempre tienen la ayuda de los vecinos de Totalán, que les llevan mantas, comida y bebidad calientes.
El pocero siempre ha asegurado que él cerró el pozo con una piedra y con arena encima. Cuando el día que cayó el niño de dos años fue al lugar asegura que observó que en el terreno había marcas alrededor del pozo. Alguien -sostiene- quitó la piedra y lo hizo con excavadoras. En cualquier caso, el pozo carece de los permisos necesarios de la Junta de Andalucía.