Agente 'cazagrafiteros' 12529: licencia para borrar

  • El agente 12529, de la Policía Local del Puerto es uno de los mayores expertos en identificación de grafiteros

  • Ha realizado más de doscientas detenciones de grafiteros

  • Admira a algunos de ellos, pero aplica la ley

Si Bansky fuera del Puerto de Santa María hace tiempo que ya no sería Bansky. A buen seguro, el agente 12529 ya le habría puesto nombre y apellidos, y habría descubierto su misteriosa identidad. Y es que en esa localidad gaditana el grafiti lo tiene difícil. Por sus calles patrulla este agente de la Policía Local, con licencia para borrar.

Yo lo detendría (a Bansky), siempre, porque por mucha admiración que le pueda tener a quién haga este tipo de cosas, con la calidad que lo hace, mi sentimiento del trabajo, del deber, y las obligaciones de mi cargo, son inflexibles e intocables”.

El agente 12529 tiene una misión, y la cumple a rajatabla: impedir que los grafitis se apoderen de los muros, o los objetos urbanos de la localidad gaditana. Lleva mucho tiempo en ello, y se ha convertido en todo un experto.

12529 tiene una misión, y la cumple a rajatabla: impedir que los grafitis se apoderen de los muros, o los objetos urbanos de la localidad gaditana

“Yo empiezo haciendo fotos y un seguimiento de los grafitis del individuo. Abro una carpeta en el ordenador y empiezo a estudiar el grafiti en si”, explica 12529. Luego, de forma paralela, en redes sociales, intento buscar cualquier perfil que esté relacionado con esos grafitis, hasta que consigo información que me lleven a averiguar la identidad del autor”.

Ahí, en las redes sociales, asegura 12529, está el punto débil de los grafiteros. Intentan que sus obras sean anónimas, pero al mismo tiempo, que sus amistades, su círculo, sepan que las ha hecho él.

“La base de todo es el ego artístico”, aclara el policía. “Son una comunidad y lo que quieren es lucirse, que los alaben, y que todo el mundo los admire”.

Distinguir a un grafitero de otro no tiene secretos para él. Tampoco, saber cuándo está ante un spray novel en la localidad: “Cuando el grafitero es nuevo lo ves en la pieza. La poca experiencia se nota rápidamente. Incluso si la obra es nueva y nunca la has visto, en la calidad puedes saber si es nuevo, o es uno conocido que ha cambiado la firma para despistar a la policía”.

12529 lleva más de diez años en su especializada tarea. Tantos, que ha logrado ponerle nombres, apellidos, y denuncias, a más de doscientos amantes de la pintura urbana. Es capaz de admirar la maestría de algunas obras, llega a coleccionar fotos de ellas, pero el deber es el deber.

Hay maravillas. Hay gente que son verdaderos artistas y hay que reconocérselo”, admite este policía local. “En la entrevista que hemos tenido tras la detención les he reconocido el arte que tienen, incluso les he felicitado, pero ellos son conscientes de lo que hacen, saben que no se puede hacer, y a lo que se arriesgan”.