El pozo, de 110 metros de profundidad y de entre 20 y 30 centímetros de diámetro, "no está entubado", según ha señalado el diputado provincial responsable del CPB, Francisco Delgado Bonilla. Por esta razón, ha subrayado la "complejidad técnica" que conllevan las tareas de rescate.
El mismo ha indicado que se están movilizando "todos los recursos necesarios" por parte de todas los cuerpos actuantes para llevar a cabo las tareas de rescate, como por ejemplo bajar una cámara, que ha llegado a tocar fondo a los 80 metros.
Ha sido en ese punto cuando pensaban que habían llegado al final del pozo pero, en realidad, se trata de un posible desprendimiento de tierra que se ha producido con la caída del niño.
A las 14 horas del domingo, la familia del menor compartía una paella en el campo en una finca privada. En un momento dado, los primos destaparon el foso que estaba tapado con piedras y aseguran que le vieron caer en el interior.
La familia también afirma haber escuchado los llantos del pequeño, pero todavía no han conseguido localizarlo.
El operativo encargado de rescatar al pequeño está formado por miembros del Consorcio de Bomberos de Málaga (CPB), efectivos de la Guardia Civil, incluido el Equipo de Rescate e Intervención de Montaña; el Grupo de Especialidades Subacuáticas (GEAS); de la Policía Nacional y Local, y de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES).
Además, se ha solicitado la asistencia del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Desastres (Giped) del Colegio de Psicólogos de Andalucía y también se han desplazado hasta el lugar técnicos del centro coordinador de Emergencias 112 en Málaga.
Además, a las labores de recuperación también se ha unido la empresa encargada en elaborar el pozo según ha podido conocer 'Viva la vida'.
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