A Yaiza de cuatro años, la mató su madre: irá a prisión entre las quejas del padre por el silencio ante el caso

  • La familia se muestra dolida porque no ha habido "ni un solo gesto público ni privado de solidaridad" de las instituciones.

  • El ayuntamiento de Sant Boi habló  de "pérdida en circunstancias muy dolorosas"

  • "Yaiza también es una víctima de esta violencia. Ha sido asesinada para hacer daño al otro cónyuge"

El mismo día en el que Tomás Gimeno copa las portadas y los titulares en España y en medio mundo, otro caso de filicidio ha quedado más oculto, aunque el resultado ha sido también la muerte de una pequeña. La mujer -que intentó suicidarse tras acabar con la vida de la pequeña- quso vengarse de su marido por no volver con ella. El titular del juzgado de Instrucción número 7 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha acordado prisión provisional, comunicada y sin fianza para ella, tras matar a su hija de 4 años en su domicilio de Sant Joan Despí (Barcelona).

Tras casi dos semanas desde el suceso, que tuvo lugar el pasado 31 de mayo, la mujer ha prestado este viernes declaración ante el juez que dirige la investigación mediante videoconferencia desde el hospital donde está ingresada.

La familia se muestra dolida porque no ha habido "ni un solo gesto público ni privado de solidaridad" de las instituciones. No obstante, la presidenta del parlament catalán condenó el asesinato, y los alcaldes de Sant Boi y Sant Joan Despí fueron al tanatorio. El ayuntamiento de Sant Boi habló de "pérdida en circunstancias muy dolorosas". No hubo concentración justificando las restricciones contra la pandemia. El consistorio de Sant Boi, para justificar la ausencia de concentraciones de condena en el pueblo, alegó que no resultaba posible debido a las restricciones contra la pandemia. “Yaiza también es una víctima de esta violencia. Ha sido asesinada para hacer daño al otro cónyuge, y también era una mujer, de 4 años”, razonan.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha explicado que la causa está abierta por un delito contra la vida y que se concretará si se trata de un homicidio o de un asesinato -una forma de homicidio más grave por causa de las circunstancias en las que se lleva a cabo-, según avance la investigación. Según han indicado a Efe fuentes cercanas al caso, todo apunta a que la mujer habría matado a su hija, por motivos que se investigan, y posteriormente se habría intentado suicidar. El padre y la madre de Yaiza se separaron hace tres años, y la juez decretó la custodia compartida. Estaba una semana con cada progenitor. Los lunes entraba al colegio de la mano de uno, y el otro la recogía para hacer el cambio.

Pero el lunes 31 de mayo, su madre no la dejó en el colegio. Llamó para decir que estaba enferma, pero no avisó al padre. Este fue a esperarla a la salida del colegio, pero Yaiza no aparecía y la profesora le dijo que estaba enferma. Entonces llamó a su ex, pero no cogió el teléfono. Trató de localizarla en el trabajo, en la unidad de farmacología de la Clínica Platón. La mujer también había llamado para decir que no iría, y el padre de Yaiza empezó a preocuparse. En ese momento se activaron todas las alarmas: temía que su ex se hubiera ido con Yaiza. Llamó a su ex suegra para advertirla: "Voy a denunciarla a la policía".

Desesperado, el padre de la pequeña pidió ayuda a su padre. El abuelo de Yaiza solía prepararle el desayuno, la peinaba y la acompañaba a la escuela. Le pidió que fuera a casa de su ex para comprobar si estaban allí. El abuelo se dirigió hasta la vivienda de la madre de Yaiza, en el barrio de Sant Pancraç de Sant Joan Despí. Llamó al portero, pero nadie respondía. Poco después llegó la abuela materna, y subió a toda prisa al octavo piso donde vivía su hija.

El abuelo apenas tuvo tiempo de preguntarle si sabía algo de la niña. De fondo empezaron a sonar las sirenas de las ambulancias y los coches de policía. Se detuvieron frente a él y entraron corriendo en el edificio. El padre de Yaiza fue corriendo hacia la vivienda de su ex temiendo lo peor. Un agente le informó de que en el piso estaban su ex y su hija. Al parecer, la madre había envenenado a su hija, y luego se había intentado suicidar.

El padre recibió otra noticia esperanzadora, y es que una de las dos todavía respiraba. Durante más de una hora estuvo esperando el milagro, pero finalmente no sucedió. Su hija Yaiza, que lo era todo para él, había fallecido. La familia paterna considera que no fue un arrebato, sino un crimen premeditado. Esperó a que acabara su semana de custodia y llamó al colegio para buscar una coartada y ganar tiempo. También se hizo con medicamentos de la clínica donde trabajaba. Supuestamente, utilizó esos medicamentos para envenenar a su hija. Incluso redactó notas para contar lo que iba a hacer. Pero hay otro detalle aún más escabroso.

El viernes 28 de mayo el padre de Yaiza hizo una visita fugaz a su hija acordada con su ex. La mujer aprovechó para decirle que la niña estaba enferma y necesitaba un tratamiento. Y que solo lo haría si él aceptaba volver con ella. El chantaje no funcionó. Al día siguiente volvió a amenazarle con mensajes de WhatsApp. Estaba celosa porque creía que había empezado otra relación. Ya está en prisión.