Detenido en Madrid un sanguinario sicario buscado en Colombia acusado de más de 100 homicidios

  • Jonathan Andrés Zuluaga, alias 'Nene' o 'Snoopy', sicario detenido

  • Se le atribuye la autoría intelectual y material de más de 100 muertes

  • Es considerado el cabecilla de la organización criminal 'La Cordillera'

Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Policía Nacional de Colombia e Interpol, han detenido en Madrid a un presunto sicario al que le constaban dos reclamaciones judiciales internacionales interpuestas por diversos delitos de asesinato y homicidios. Lideraba una organización criminal que operaba en todo el mundo y que se dedicaba al tráfico de armas y al narcotráfico.

Se trata de Jonathan Andrés Zuluaga Celemín, de 35 años, alias 'Nene' o 'Snoopy', jefe de la oficina de cobros de sicarios colombiana más activa. Se le atribuye la autoría intelectual y material de más de 100 muertes, entre ellas la de su suegra. El crímen de la mujer fue organizado desde España por venganza contra su expareja por abandonarlo. Muchos de los asesinatos los ordenó desde el barrio madrileño de Carabanchel.

Las investigaciones policiales comenzaron cuando las autoridades de Colombia emitieron dos notificaciones para la localización y detención del fugitivo por diferentes delitos contra la vida, homicidios y asesinatos, cometidos todos ellos en su país de origen. También se le acusaba del delito de concierto para delinquir, así como de fabricar, traficar, portar o tener armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

Con esta información, se iniciaron las gestiones policiales para dar con su paradero y proceder a su detención. Debido a la extrema gravedad de los hechos cometidos, se le asignó máxima prioridad a su localización, teniendo en cuenta, además, la alerta que hacía referencia a su peligrosidad y propensión a la evasión.

Intensa colaboración policial entre España y Colombia

En primer lugar, se inició un intenso trabajo de intercambio de información operativa con la Policía Nacional de Colombia, monitorizando conjuntamente el entorno del prófugo en Colombia y España. Se observó que sus familiares se desplazaban con frecuencia entre ambos países utilizando el avión como medio de transporte, por lo que se coordinaron los seguimientos intercontinentales de los mismos.

Dicha supervisión del entorno se complementó con el control de los movimientos y con el estudio de bienes patrimoniales de todas las personas relacionadas, lo que llevó a una serie de lugares y domicilios en la ciudad de Madrid relacionados con el objetivo.

De esta manera, los agentes lograron obtener la ubicación de la pareja afectiva del fugitivo, quien fue localizada junto a un niño, posible hijo del buscado. Tras articularse un dispositivo de vigilancia, observaron que contactaba con el que parecía ser el fugitivo.

La pareja no convivía junta por precaución, pero quedaban para que el 'Nene' viera al menor. La detención se produjo en el barrio donde se escondía el acusado. Fue en un "encuentro" con la pareja sentimental "cuando se pudo proceder a su arresto", según ha detallado Celia Muñoz, portavoz de la Policía Nacional.

Más de una década al margen de la ley

El detenido es considerado por Colombia como el cabecilla de la organización criminal internacional denominada 'La Cordillera', una organización que tiene influencia en varios departamentos colombianos y que cuenta con ramificaciones internacionales a lo largo de todo el mundo.

Él fue el presunto encargado de posicionar a su grupo criminal como una organización bélica, organizada y jerarquizada, así como de su expansión y consolidación en Europa. Además, articulaba actividades de narcotráfico a gran escala en Sudamérica, Panamá, Estados Unidos, México y Cabo Verde.

Jonathan Andrés Zuluaga llevaba nueve años en España. En 2019 quedó detenido en Leganés, pero no pudo ser extraditado, al igual que ocurrió en otra ocasión en 2012. Su principal socio fue detenido también en Madrid en 2016. Y él volvió a escapar.

Se encargaba de la droga llegada de Armenia, por eso a la banda se la conocía también como 'La oficina de armenia' -o 'La Cordillera'-. Al actuar el detenido como uno de los principales cabecillas de la organización criminal, con su detención se desestabiliza la línea de mando de la misma y se genera un impacto significativo en sus finanzas.