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Tres personas llegaron a Horcajo de Santiago, Cuenca, y okuparon dos viviendas vacías de la localidad el pasado domingo por la tarde. Sin embargo, los vecinos se concentraron a las puertas de las casas de forma inmediata, ejerciendo tanta presión que los tres okupas se fueron.
El Ayuntamiento de Horcajo de Santiago, en nota de prensa, explica que las dos viviendas okupadas tenían manipuladas las rejas de las ventanas que dan a la vía de acceso a las mismas, y que podrían haber sido forzadas momentos antes de la ocupación.
Varios vecinos indicaron a la patrulla de la Guardia Civil que acudió al lugar que durante las horas previas a los hechos habían visto circular a un vehículo sospechoso por las inmediaciones de las viviendas y que todo parece indicar que fue uno de los vehículos que trasladaron a estas personas desde Madrid hasta la localidad.
A lo largo de la tarde se fueron congregando frente a las viviendas numerosos vecinos de la localidad que reclamaban el desalojo inmediato de los inmuebles. Además, varias patrullas de la guardia civil tuvieron que desplazarse al emplazamiento.
Después de varias horas de mediación por parte de los agentes, autoridades y la comunidad de vecinos, los okupas contactaron con las personas que les habían facilitado el traslado a la localidad, y alrededor de las 23.30 horas los tres individuos accedieron a abandonar los inmuebles.
"La unión de los horcajeños hizo que las personas que estaban okupando las viviendas finalmente, las desalojaran", ha celebrado el Ayuntamiento, quien añade que ha sido "gracias a esa presión ciudadana" que la resolución del incidente se consiguió "en pocas horas", teniendo en cuenta que "los trámites que contempla la legislación se hubiesesn alargado durante meses".
La rebelión antiokupa en España sigue. Porque este caso no es el único en unos días. En Premià de Mar, Barcelona, también la noche del domingo, los vecinos se concentraron frente a la casa okupada por tres jóvenes. En esta ocasión si hubo violencia y tuvieron que intervenir los Mossos y los bomberos.
Los vecinos la emprendieron a pedradas contra los okupas a los que acusaban de varios delitos, entre ellos, de una presunta violación a una joven.
Hoy los Mossos han detenido a dos jóvenes por los disturbios durante el desalojo. Están acusado de un delito de lesiones y de odio. Uno de los okupas resultó herido. Además, tanto la vivienda como el mobiliario urbano resultaron dañados.